Sátrapas

[Ana García]

Muy apropiada cada ofrenda dedicada a un asesino.
Me gustaba mucho el primer título.
Un placer pasar por tu obra.
Un abrazo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Lo lamentable es que estos personajes siniestros caven su destino sacrificando tantas vidas humanas. Un abrazo, Ferreiro.
Salud.

Gracias, amigo Julio, por esta generoso sensibilidad que muestras en la lectura de este poema.

Abrazos.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Sí, Ferreiro, es lamentable acá desde el otro lado del mundo, las cosas están más tranquilas, y sí, tu arrojo es importante ante estos personajes siniestros.

Gracias, amigo Javier. A todos directa o indirectamente en la asesinato, masa de miles de individuos.

En tu país, Milei aún no llega tanto, pero hay que estar atento a lo que pueda ocurrir.

Un abrazo.

[Alejandro Costa]

Lo peor, es que siguen naciendo y creciendo nuevos locos.

Esta muestra ya es tétrica y negra, y eso que te has dejado muchos más, cosa más que lógica.

Pero, amigo, ¿cuántos Hitler, Mussolini, Putin, conviven día a día entre nosotros en el más mísero anonimato?

El ser humano es destructivo por naturaleza. Y así seguirá. No hay solución.

Buen escrito.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[Gabriel Capó Vidal]

Me ha gustado tu trabajo. El tiempo lo dirá. Un abrazo.

[Lisandro Sánchez]

Considero un gran acierto este poema, J. J.

Esos sátrapas cayeron porque de pronto quedaron del lado perdedor en la gran puja mundial.

Los jefes yanquis que desde Hiroshima (y el sospechoso Pearl Harbor) y hasta hoy mismo, han sembrado en todas las regiones del mundo, tanto en forma abierta como oculta, guerras formales internacionales, guerras civiles y tribales, golpes de estado, dictaduras, movimientos terroristas, crímenes de toda laya (hasta el asesinato de un presidente de su mismo país); siempre quedaron del lado vencedor, y así, han pasado a la historia como próceres y hasta como premios Nobel de la paz.

Y los que cayeron, los que vos nombrás, lamentablemente cayeron a su propio modo, en modo criminal, convirtiéndose así en mártires para más de uno. Yo hubiese preferido verlos ajusticiados en el marco de la ley, y pudriéndose en una cárcel común hasta morir de viejos, o incluso asesinados si así se lo hubiese dictado legalmente.

De todos modos, como lo ideal nunca sucede, por supuesto celebro que al menos esos sátrapas hayan caído, y ojalá caigan los que también nombrás, que todavía no caen.

Por eso celebro tu poema, por su mensaje, y también por su elocuencia, su contundencia, su poética netamente apropiada a su mensaje.

Un fraterno abrazo desde el sur del mundo.

Lisandro

[Ramón Carballal]

Basta nombrarlos para sentir el horror. Muy bueno. Forte aperta.

[Francisco Lobo]

Los dos últimos, mi querido amigo, no los veremos en donde hace años que deberían estar. Cuando te leo, que es más de lo que piensas, me viene la duda de si lo que publicas es lo último escrito. Un abrazo

[Marisa Peral]

El tizón negro del cuerpo de Hitler
tirado en un jardín a la salida del búnker.

Los despojos de Mussolini y su mujer
colgados cabeza abajo.

La grotesca escena de los Ceaușescu,
acribillados al fondo de la grada de fusilamiento.

Gadafi tambaleándose con la cara destrozada
entre el griterío del pueblo en rebeldía.
Su cadáver desnudo, sanguinolento,
en una estrecha y raída colchoneta.

Putin…..

Nethanyahu…

Ya comenté hace tres años tú excelente y detallado fresco del horror.
A día de hoy ¿cuántos más hay que incluir en este espanto?
Y la misma pregunta ¿qué se puede hacer ante tanta injusticia?
¿Habrá que esperar la llegada de las 10 plagas de Egipto? ¿La Justicia Divina?

Gracias por recordarnos que no hay que olvidar esta locura.
Biquiños.