Crítica literaria a Cava de jazz, de Ana García
- Rafel Calle
- Mensajes: 25008
- Registrado: Dom, 18 Nov 2007 18:27
- Ubicación: Palma de Mallorca
Crítica literaria a Cava de jazz, de Ana García
Ana García, en Cava de Jazz propone el retrato melancólico y evocador de un recuerdo que se disuelve en el tiempo. La voz poética se debate entre la nostalgia y la imposibilidad de revivir un instante pasado, recurriendo a un tono íntimo, casi confesional, que nos sumerge en la atmósfera de una noche fugaz y significativa.
Cava de jazz alterna entre imágenes sensoriales y fragmentos narrativos, mezclando una estructura más libre en los pasajes descriptivos con un tono más directo y reflexivo en las secciones discursivas. Probablemente, la mezcla entre verso y prosa versicular refuerza el carácter espontáneo y conversacional del poema.
La repetición del motivo “Te busco” al inicio de las estrofas en verso, otorga unidad y ritmo al poema, funcionando como un estribillo que enfatiza la idea de ausencia y deseo insatisfecho. Esta anáfora no solo estructura el poema, sino que también intensifica la sensación de búsqueda infructuosa.
El poema destaca por su lenguaje sensorial y sus imágenes urbanas y decadentes. La cava de jazz se nos presenta como un espacio sombrío, donde el jazz, la bebida y los encuentros fortuitos configuran una escena de bohemia y desenfado:
“En una cava oscura, estrecha, deprimente
con guiris y niñas pijas.
Alguien jugaba a los besos
y el del piano, nervioso, disimulaba sus gestos.”
La mirada de la voz poética es cruda y algo desencantada, describiendo un ambiente donde la pasión y el deseo se mezclan con una sensación de vacío existencial. La sensualidad del recuerdo se expresa sin artificios, con una naturalidad que la hace más intensa:
“En la plaza dieciochesca, junto a la luz de un farol
acariciaste mis senos con impaciencia,
mis muslos se te hicieron imposibles.”
A su vez, las metáforas sobre los zapatos —“caras de whisky y zapatos nuevos”, “zapatos viejos”, “botas marrones que lloran betún”— funcionan como símbolos del paso del tiempo y del desgaste emocional, contrastando con el deseo de la protagonista de aferrarse al pasado.
El poema aborda la memoria, el deseo y la pérdida, planteando la imposibilidad de recuperar los momentos vividos:
“Tal vez no se repita,
las cosas que nos pasan no vuelven nunca más
y hay que coger al vuelo las rosas de la vida.”
Esta reflexión introduce un matiz filosófico que recuerda al carpe diem, pero con un tono resignado más que celebratorio. Finalmente, el desenlace del poema es rotundo: la búsqueda se vuelve inútil, no solo en el presente, sino también en el recuerdo:
“Te busco en un ombligo enorme
con cuatro pies descalzos
pero
también te has ido del recuerdo.”
El poema concluye con una nota de disolución y pérdida definitiva: no solo la persona amada se ha ido físicamente, sino que incluso la memoria de lo vivido empieza a desvanecerse.
Cava de Jazz es una obra que combina la melancolía con una estética urbana y decadente. Su fuerza radica en el tono confesional, en el lenguaje visual y su estructura envolvente, que nos hace transitar entre la evocación y la desilusión. Ana logra plasmar la sensación de que, en ciertos momentos de la vida, la nostalgia no solo es por lo que hemos perdido, sino también por lo que ya no podemos recordar con la misma intensidad.
Como ya le observé en un comentario anterior, Cava de jazz me parece uno de los mejores trabajos de Ana García, una autora que puede representar perfectamente el alto nivel de las poetas —mujeres al poder— en la plataforma web de la Academia de Poesía Alaire.
Mi enhorabuena, doña Ana García, junto a un fuerte abrazo.