Diálogo poético por Ricardo López Castro y E. R. Aristy
-
- Mensajes: 16320
- Registrado: Dom, 11 May 2008 20:04
- Ubicación: Estados Unidos
- Contactar:
Diálogo poético por Ricardo López Castro y E. R. Aristy
Diálogo poético por Ricardo López Castro y E.R.Aristy.
"La muerte de la empatía humana es uno de los signos más tempranos y reveladores de una cultura a punto de caer en la barbarie".
~Hannah Arendt.
I
En una sala gris, apenas con ruinas apagadas por el polvo, se entornaba la puerta lacada en lo invisible, arrimada a la histeria del vacío, punto de encuentro donde la mayúscula lucerna agonizaba, sedienta de palabras, oscuridades de lo efímero, mar en definitiva, de trasplantes de vértigo, donde se podía bucear con el paladar del caos, se creaban tertulias de universos, soledades y votos de silencio en el ébano de los estantes.
Biblioteca de miedo, fantasma acogedor, libro abierto y profanado, manos con lengua despiadada, hambruna de mercaderes desiertos,
como la comisura de los labios que mueren en crisálidas, con mariposas de razón, donde es estrangulada la realidad, y el humo del cigarro salva neuronas con períodos de abstinencia, hasta desaparecer y explosionar con los pensamientos que incurren en los pulmones.
Tantos fenómenos con causa se reducían a una sonora y cuasi visceral discusión.
...
-Y así son las cosas que no se explican...
Tan banalmente necesarias.
La muerte es un debate que siempre abordo de la misma manera:
La vida no puede destruir lo que no tiene.
II
¿Cuántas veces debería perseguirte antes de que termine el hoy?
¿Cuántas estaciones pasan mientras bebo horas de café negro, amargas a falta de tus dulces ojos. Extraño el calor humano, que derrita, si tan solo el hielo que me preserva... si te dejo ir hoy, me temo, sucumbe todo anhelo de esperanza.
Estoy al borde del mundo renunciando y no acaba mi espera. Sigues aquí dentro de mi corazón opreso. Viví en suspensión por décadas, y la esperanza dio paso a estrellas abrasadoras, a latitudes centelleantes en la distancia, un cosmos dentro de un cosmos inefable, foráneo fuego inenarrable como el dolor humano. Ese es Dios, es esa ciencia, es esta la arrolladora noticia que echa un lado la muerte de los solitarios?
Me abrazo a mi mismo como a un extraño temblor qué viene a acompañarme
una y otra vez
cuántas veces,
cuánto tiempo más,
no sé si he convertido mi soledad humana en libertad, en liberación de toda esa gente
fantasma.
No sé si le gané al aburrimiento y al contagio de corrupción, no sé si evité el empujón de la envidia, si aprendí o si olvidé la muerte de Eloy.
"Y así son las cosas que no se explican" ,
la voz del poeta se mete en mi herida,
se enjuga y no es de sangre, ni sudor, ni palidez de estrellas que mueren en la médula de la belleza oprimida entre los hemisferios de los suicidas. El Puente de Varolio, el puente colgante de misterios, abajo el cosmos cae como un telón de Broadway, rueda la rueda.
III
La persecución humanística funciona como un nudo en proceso.
Recuerdo las hazañas del veneno en mi cuerpo, en dosis subyugantes, y entonces me pregunto, dentro de mi suntuosidad, hasta cuándo puede doler el tiempo.
Adquirí nociones irreverentes, y ahora formo parte de una especie nueva, malcriada, sin alma, aunque se cuadre el eco de todas las lagunas en mi imagen.
Tu sentimiento resulta tan profundo como el reflejo del reflejo. Es inmisericorde. Lo reconozco bien, sé de su olor a barniz caducado, a algodón postrer de todas las bóvedas.
El cielo se oculta en partes indivisibles de efluvios.
Este filón filosófico está pensado, o realmente se ejecuta en trance, cuando nadie es capaz de visualizar.
Yo quiero pruebas y evidencias, me cansé de las señales y barruntos. Pero esto me conmueve, y el pensamiento se recicla, se transforma en vidrio quemado y cartón piedra.
Los historiadores dicen "basta con la cultura" mientras desentierran tumbas hechas para el cobijo del decoro, pomposos como palacios y banderas.
No es un síntoma filosófico ni humano, es una herramienta, la incertidumbre, para empalmar palabras.
¿No sería mejor borrar el atenuante de la superposición de ideas?
Enfrentarse a la muerte podría consistir en el aire que traza el último parpadeo.
No hay lugar mejor que la cultura "paranormal",
pues eso demuestra que la psique carece de significado fuera de la intimidad del ser.
Guardaré mis textos en un cajón.
Pues ya sé recitar de memoria mis miedos sin preguntas.
La realidad es tan inconfundible...
Un duelo debería ser ausencias de uno mismo que se van con el buen difunto.
Esa capacidad intelectual despunta tanto como la pérdida.
No me iré de aquí, mi estímulo es el impacto de lo ignoto sobre la mente.
No abandonaré el limpio reconocimiento a mí conciencia. Esto no saldrá a la luz.
Me cierro, respiro mejor que extendido.
Así funciona, creo la vividez y el olvido, pero no imagino esquelas, ni esqueletos, ni carne lacia, ni tierra retráctil, ni gusanos de zafarrancho.
Sé que en este lugar he sido eterno,
por qué no conozco otra historia que la mía.
Aún soy eterno.
IV
El hombre es el único animal que al mirarse al espejo se pregunta: soy ese yo?
Todo cuanto escribía era un intento por llegar a mi esencia. Breach fue otra historiografia que abandoné, por lo menos recuerdo esa pregunta que en éstos tiempos me sirve para comprobar que somos de agua. Tomamos la forma del recipiente y procreamos larvas. Así debe de ser el agua que encontraron los astrofisicos en los distantes quásars. Los organismos surgen de los organismos en perpetua concepción. Por lo menos, en el universo físico y observable.
Las abstracciones son momentos en que podemos secarnos del mundo circundante y podemos negarnos a ser parte del todo de Hölderlin.
Lo ignoto y lo que nos vamos inventando son cosas inevitables. El misterio de la identidad desvanece en la revelación creativa que levanta el despegue en cada simulacro de vuelo. Todas las palabras son organismos creando contaminación. Pero es en el veneno mismo el antídoto de nuestra abstracción.
V
Si la existencia corriese la cortina de la luz, no buscaría la energía que me falta en cualquier milímetro de basura. Estoy a caballo entre la dejadez y el préstamo de vida que Dios me ha dado.
Soy alma y cuerpo, y como tales siento muy de cerca el desaliento y el respiro.
Me encuentro en una posición inamovible del espacio. No es lo mismo el tiempo. Esa estructura degenerativa y revitalizadora me hace oscilar entre números y cábalas.
No sé cómo empezó el día de ayer ni cómo huelen las micropartículas que, unidas desde entonces, rocían la hierba de esos prados tan perfectos y tan, pero tan, líricos y llenos de plenitud, que ni el alba, aun cambiando su aparición, sol tras sol, siempre difícil y distinto, alumbra la muerte de su mañana.
Aún el mundo prosigue en la bombilla fundida de todos los paritorios.
Limpio mi diálogo con un silencio irrefutable.
Invento sueños para unir el bien y el mal.
VI
Ojalá llegemos al silencio, renunciando a la raíz de toda palabra. No ves este samsara girando cerca del oído que prestas a la oscuridad? Solo hay que tantear, estar alerta al más mínimo ruido, no? Para que estos sentidos sensuales, si no para que nos ayuden a la travesía? No, no podemos desenganchar de ser viables en la bioesfera que nos contiene como unidad. Acabo de retroceder en mis palabras...es que ese es el lenguaje que desde la gutural escena buscó expresión para contar, para expresar a Eloy. Fue evolucionado y expandiendo su vocabulario hasta la misma muerte de Eloy. Ahora , a veces hay estrechos de silencio y la bioesfera es un vehículo . Los artefactos quedan enterrados y aun así, excavaran hasta encontrar el nivel de una ciudad en ruinas. A mi me pasa que mientras más me despojo, más vomita la noche su grabación de vestigios. Hay días que para mantener la cordura regreso a ver las cosas elementales. Atar los cordones, lavar los platos, oír las noticias, llamar al familiar que hace tanto me cortó de su presente. A veces es lo que yo me proponga y muchas más veces es el tejido del gusano atando cabos en el espacio-tiempo como un túnel con dos bocas y mi garganta. Cuando uno se da cuenta que las facultades son otra dimensión que no cuadra en el hoy, ni el ayer, uno puede diluir el potencial del futuro bregando con los mismos utensilios. He dejado ir a Eloy.
Sin embargo, aquí estoy presente en mi envoltura frágil amando lo que se hace cada vez más resbaloso, más frío, más amargo a sabiendas que puedo inventarme otro personaje, otra aventura, otro modos operandis. A sabiendas que bien puedo suicidarme y salir de todo ese engranaje perceptivo, después de hoy, no hay nada, pero Eloy tenía muchas razones y sueños despiertos y sueños guiados. Se daba palmadas en el pecho, se hacia un instrumento de percusión para aumentar el volumen del ritmo del corazón. Como un niño indefenso lo amó todo en la ilusión y la ilusión era una señal de realidades alternas, de niveles de realidades. Aquí nos enredamos en palabras con raíces profundas. Y muere Eloy como murió ayer y como muere mañana por la mañana en su eterno sol.
-
- Mensajes: 2655
- Registrado: Mié, 15 Jul 2020 12:14
- Ubicación: A Coruña, España
Re: Diálogo poético por Ricardo López Castro y E. R. Aristy
En una sala gris, apenas con ruinas apagadas por el polvo, se entornaba la puerta lacada en lo invisible, arrimada a la histeria del vacío, punto de encuentro donde la mayúscula lucerna agonizaba, sedienta de palabras, oscuridades de lo efímero, mar en definitiva, de trasplantes de vértigo, donde se podía bucear con el paladar del caos, se creaban tertulias de universos, soledades y votos de silencio en el ébano de los estantes.E. R. Aristy escribió: ↑Mar, 12 Nov 2024 18:12 LA MUERTE DE ELOY
Diálogo poético por Ricardo López Castro y E.R.Aristy.
"La muerte de la empatía humana es uno de los signos más tempranos y reveladores de una cultura a punto de caer en la barbarie".
~Hannah Arendt.
Biblioteca de miedo, fantasma acogedor, libro abierto y profanado, manos con lengua despiadada, hambruna de mercaderes desiertos,
como la comisura de los labios que mueren en crisálidas, con mariposas de razón, donde es estrangulada la realidad, y el humo del cigarro salva neuronas con períodos de abstinencia, hasta desaparecer y explosionar con los pensamientos que incurren en los pulmones.
Tantos fenómenos con causa se reducían a una sonora y cuasi visceral discusión.
...
-Y así son las cosas que no se explican...
Tan banalmente necesarias.
La muerte es un debate que siempre abordo de la misma manera:
La vida no puede destruir lo que no tiene.
… Ya lo hago…
… Hazlo…
… Hazlo como si nunca lo pensases…
Ricardo Manuel López Castro
-
- Mensajes: 16320
- Registrado: Dom, 11 May 2008 20:04
- Ubicación: Estados Unidos
- Contactar:
Re: Diálogo poético por Ricardo López Castro y E. R. Aristy
¿Cuántas veces debería perseguirte antes de que termine el hoy?
¿Cuántas estaciones pasan mientras bebo horas de café negro, amargas a falta de tus dulces ojos. Extraño el calor humano, que derrita, si tan solo el hielo que me preserva... si te dejo ir hoy, me temo, sucumbe todo anhelo de esperanza.
Estoy al borde del mundo renunciando y no acaba mi espera. Sigues aquí dentro de mi corazón opreso. Viví en suspensión por décadas, y la esperanza dio paso a estrellas abrasadoras, a latitudes centelleantes en la distancia, un cosmos dentro de un cosmos abismatico, foráneo fuego inescrutable, ese es Dios, es esa ciencia, es esta la arrolladora noticia que echa un lado la muerte del solitario?
Me abrazo a mi mismo como a un extraño temblor qué viene a acompañarme
una y otra vez
cuántas veces,
cuánto tiempo más,
no sé si he convertido mi soledad humana en libertad, en liberación de toda esa gente
fantasmas.
No sé si le gané al aburrimiento y al contagio de corrupción, no sé si evité el empujón de la envidia, si aprendí o si olvidé la muerte de Eloy.
"Y así son las cosas que no se explican" ,
la voz del poeta se mete en mi herida,
se enjuga y no es de sangre, ni sudor, ni palidez de estrellas que mueren en la médula de la belleza oprimida entre los hemisferios de los suicidas. El Puente de Varolio, el puente colgante de misterios, abajo el cosmos cae como un telón de Broadway, rueda la rueda.
-
- Mensajes: 2655
- Registrado: Mié, 15 Jul 2020 12:14
- Ubicación: A Coruña, España
Re: Diálogo poético por Ricardo López Castro y E. R. Aristy
La persecución humanística funciona como un nudo en proceso.
Recuerdo las hazañas del veneno en mi cuerpo, en dosis subyugantes, y entonces me pregunto, dentro de mi suntuosidad, hasta cuándo puede doler el tiempo.
Adquirí nociones irreverentes, y ahora formo parte de una especie nueva, malcriada, sin alma, aunque se cuadre el eco de todas las lagunas en mi imagen.
Tu sentimiento resulta tan profundo como el reflejo del reflejo. Es inmisericorde. Lo reconozco bien, sé de su olor a barniz caducado, a algodón postrer de todas las bóvedas.
El cielo se oculta en partes indivisibles de efluvios.
Este filón filosófico está pensado, o realmente se ejecuta en trance, cuando nadie es capaz de visualizar.
Yo quiero pruebas y evidencias, me cansé de las señales y barruntos. Pero esto me conmueve, y el pensamiento se recicla, se transforma en vidrio quemado y cartón piedra.
Los historiadores dicen "basta con la cultura" mientras desentierran tumbas hechas para el cobijo del decoro, pomposos como palacios y banderas.
No es un síntoma filosófico ni humano, es una herramienta, la incertidumbre, para empalmar palabras.
¿No sería mejor borrar el atenuante de la superposición de ideas?
Enfrentarse a la muerte podría consistir en el aire que traza el último parpadeo.
No hay lugar mejor que la cultura "paranormal",
pues eso demuestra que la psique carece de significado fuera de la intimidad del ser.
Guardaré mis textos en un cajón.
Pues ya sé recitar de memoria mis miedos sin preguntas.
La realidad es tan inconfundible...
Un duelo debería ser ausencias de uno mismo que se van con el buen difunto.
Esa capacidad intelectual despunta tanto como la pérdida.
No me iré de aquí, mi estímulo es el impacto de lo ignoto sobre la mente.
No abandonaré el limpio reconocimiento a mí conciencia. Esto no saldrá a la luz.
Me cierro, respiro mejor que extendido.
Así funciona, creo la vividez y el olvido, pero no imagino esquelas, ni esqueletos, ni carne lacia, ni tierra retráctil, ni gusanos de zafarrancho.
Sé que en este lugar he sido eterno,
por qué no conozco otra historia que la mía.
Aún soy eterno.
… Ya lo hago…
… Hazlo…
… Hazlo como si nunca lo pensases…
Ricardo Manuel López Castro
-
- Mensajes: 16320
- Registrado: Dom, 11 May 2008 20:04
- Ubicación: Estados Unidos
- Contactar:
Re: Diálogo poético por Ricardo López Castro y E. R. Aristy
El hombre es el único animal que al mirarse al espejo se pregunta: soy ese yo?
Todo cuanto escribía era un intento por llegar a mi esencia. Breach fue otra historiografia que abandoné, por lo menos recuerdo esa pregunta que en éstos tiempos me sirve para comprobar que somos de agua. Tomamos la forma del recipiente y procreamos larvas. Así debe de ser el agua que encontraron los astrofisicos en los distantes quásars. Los organismos surgen de los organismos en perpetua concepción. Por lo menos, en el universo físico y observable.
Las abstracciones son momentos en que podemos secarnos del mundo circundante y podemos negarnos a ser parte del todo de Hölderlin.
Lo ignoto y lo que nos vamos inventando son cosas inevitables. El misterio de la identidad desvanece en la revelación creativa que levanta el despegue en cada simulacro de vuelo. Todas las palabras son organismos creando contaminación. Pero es en el veneno mismo el antídoto de nuestra abstracción.
-
- Mensajes: 2655
- Registrado: Mié, 15 Jul 2020 12:14
- Ubicación: A Coruña, España
Re: Diálogo poético por Ricardo López Castro y E. R. Aristy
Si la existencia corriese la cortina de la luz, no buscaría la energía que me falta en cualquier milímetro de basura. Estoy a caballo entre la dejadez y el préstamo de vida que Dios me ha dado.
Soy alma y cuerpo, y como tales siento muy de cerca el desaliento y el respiro.
Me encuentro en una posición inamovible del espacio. No es lo mismo el tiempo. Esa estructura degenerativa y revitalizadora me hace oscilar entre números y cábalas.
No sé cómo empezó el día de ayer ni cómo huelen las micropartículas que, unidas desde entonces, rocían la hierba de esos prados tan perfectos y tan, pero tan, líricos y llenos de plenitud, que ni el alba, aun cambiando su aparición, sol tras sol, siempre difícil y distinto, alumbra la muerte de su mañana.
Aún el mundo prosigue en la bombilla fundida de todos los paritorios.
Limpio mi diálogo con un silencio irrefutable.
Invento sueños para unir el bien y el mal.
… Ya lo hago…
… Hazlo…
… Hazlo como si nunca lo pensases…
Ricardo Manuel López Castro
-
- Mensajes: 16320
- Registrado: Dom, 11 May 2008 20:04
- Ubicación: Estados Unidos
- Contactar:
Re: Diálogo poético por Ricardo López Castro y E. R. Aristy
Ojalá llegemos al silencio, renunciando a la raíz de toda palabra. No ves este samsara girando cerca del oído que prestas a la oscuridad? Solo hay que tantear, estar alerta al más mínimo ruido, no? Para que estos sentidos sensuales, si no para que nos ayuden a la travesía? No, no podemos desenganchar de ser viables en la bioesfera que nos contiene como unidad. Acabo de retroceder en mis palabras...es que ese es el lenguaje que desde la gutural escena buscó expresión para contar, para expresar a Eloy. Fue evolucionado y expandiendo su vocabulario hasta la misma muerte de Eloy. Ahora , a veces hay estrechos de silencio y la bioesfera es un vehículo . Los artefactos quedan enterrados y aun así, excavaran hasta encontrar el nivel de una ciudad en ruinas. A mi me pasa que mientras más me despojo, más vomita la noche su grabación de vestigios. Hay días que para mantener la cordura regreso a ver las cosas elementales. Atar los cordones, lavar los platos, oír las noticias, llamar al familiar que hace tanto me cortó de su presente. A veces es lo que yo me proponga y muchas más veces es el tejido del gusano atando cabos en el espacio-tiempo como un túnel con dos bocas y mi garganta. Cuando uno se da cuenta que las facultades son otra dimensión que no cuadra en el hoy, ni el ayer, uno puede diluir el potencial del futuro bregando con los mismos utensilios. He dejado ir a Eloy.
Sin embargo, aquí estoy presente en mi envoltura frágil amando lo que se hace cada vez más resbaloso, más frío, más amargo a sabiendas que puedo inventarme otro personaje, otra aventura, otro modos operandis. A sabiendas que bien puedo suicidarme y salir de todo ese engranaje perceptivo, después de hoy, no hay nada, pero Eloy tenía muchas razones y sueños despiertos y sueños guiados. Se daba palmadas en el pecho, se hacia un instrumento de percusión para aumentar el volumen del ritmo del corazón. Como un niño indefenso lo amó todo en la ilusión y la ilusión era una señal de realidades alternas, de niveles de realidades. Aquí nos enredamos en palabras con raíces profundas. Y muere Eloy como murió ayer y como muere mañana por la mañana en su eterno sol.