Una luna

[Carmen Moro Frías]

Una luna

He escuchado a un poeta asegurar
que la luna es la imagen exacta de la soledad.
A mí no me lo parece,
sigue un recorrido que guía nuestros ojos.
Va cambiando de forma, desde la nada de nueva
hasta la plena de llena.
Según recorre su camino se va vistiendo de bellos
ropajes luminosos que se reflejan en el espejo plateado.

Su soledad es pura compañía, tiene una gran corte
de damas de honor que visten de estrellas preciosas,
incluso la acompañan al comienzo, tanto la Osa Mayor
como la Osa Menor.

También he oído a un niño, con su inocente bondad,
decir …”una luna” y al moverse de su lugar, repetir:
hala, “otra luna”.

Poeta, la luna no está sola y además aparece en sus distintas
formas por distintos sitios. Es juguetona.

[Alejandro Costa]

Bueno, no sé quién ha sido capaz de decir tal incoherencia.

Lo que a mí me alimenta la luna es de paz. De serena, brillante y elegante paz. Es un verdadero placer estar sentado cubierto por un manto de luz y belleza especial. Sus acompañantes, luceros y estrellas, aún la visten de mayor lujo y elegancia.

No creo que en este universo tan convulso, exista algo más bello que una noche estrellada y brillante con un decorado de luna.

Muy tierno y bello poema.

Lo del niño es tan infantil y tan inocente que cierra magistralmente el escrito.

Un beso.

Salud, paz y felicidad.

[Carmen Moro Frías]

Muchas gracias Alejandro

[Ramón Carballal]

Encantador poema dedicado al astro que tanto inspira a los poetas. Un gusto leerte. Abrazos.

[Carmen Moro Frías]

Hola Ramón
Gracias por tu comentario
Un abrazo

[Ana Muela Sopeña]

Un bello poema, Carmen, que nos hace regresar a la mirada asombrada e inocente de la infancia.

Me han gustado mucho su ternura y su candor.

Un fuerte abrazo
Ana

[Carmen Moro Frías]

Hola Ana
Me ha encantado tu tierno y cariñoso comentario.
Muchas gracias y un fuerte abrazo.

[E. R. Aristy]

Una luna

He escuchado a un poeta asegurar
que la luna es la imagen exacta de la soledad.
A mí no me lo parece,
sigue un recorrido que guía nuestros ojos.
Va cambiando de forma, desde la nada de nueva
hasta la plena de llena.
Según recorre su camino se va vistiendo de bellos
ropajes luminosos que se reflejan en el espejo plateado.

Su soledad es pura compañía, tiene una gran corte
de damas de honor que visten de estrellas preciosas,
incluso la acompañan al comienzo, tanto la Osa Mayor
como la Osa Menor.

También he oído a un niño, con su inocente bondad,
decir …”una luna” y al moverse de su lugar, repetir:
hala, “otra luna”.

Poeta, la luna no está sola y además aparece en sus distintas
formas por distintos sitios. Es juguetona.

Una, otra luna. Que bello poema! Un abrazo grande, Carmen. Comunica tu luna que no es el objeto en sí, es su valor sugestivo. Bravo!

[Marisa Peral]

La luna nos acompaña y a mi me tranquiliza verla, sonriente e iluminando el mundo.
Buen poema, Carmen, felicidades.

Un abrazo.

[Carmen Moro Frías]

Hola ERA
Muchas gracias por tu delicado comentario.
Un abrazo

[Carmen Moro Frías]

Hola Marisa
Me ha gustado tu comentario sobre todo por tu referencia a la calma que transmite la luna en el alma.
Un abrazo

[Pilar Morte]

Cuánto se ha escrito sobre la luna. Tú has dejado un poema tierno y dulce.
Un placer leerte.
Abrazos y felicidad

[Carmen Moro Frías]

Hola Pilar,
gracias por tu comentario.
Un abrazo