Mira

[Raul Muñoz]

Aquellas rejas eran dientes afilados,
mordiendo barrigas desconchadas,
por el dolor del metileno preñadas.

La sangre azul, del animal enloquecido,
desangraba la hendidura de la sombra,
retorciendo inexplicables cuerpos,
en interminables muros del insomnio.

Se desvaneció la luz tras la cortina,
cuando ardió aquel oscuro adjetivo;
desdibujando la caricia vespertina
del vaso de leche y el bollo de pan.

Flotaba, en aquel aceite, un padre nuestro;
hervía a ras de aquellas espaldas tendidas,
como la verdad bajo el aliento de los fusiles.

Descendió la nieve púrpura de la metralla
sobre un domingo beatificado en la iglesia.

¿Cuántas nevadas,
cuántos relámpagos iluminaron las vísceras de aquellos hombres,
obligados a caminar, sin la esperanza de una madre y sin la caricia
de unas manos compañeras?

¿Qué nos queda, cuando caminamos hacia el olvido
de un amanecer anochecido en la memoria?

No más, que la imposibilidad del grito,
guardado con tesón por el frío del acero,
esculpido en el rostro de una desaparición.

¿Cómo puede callar tanto dolor
la lengua de un tiempo inmóvil?

Mira, cómo rueda mi cabeza por el precipicio
de una mirada apagada; aún arde la palabra
buscando la bondad, en medio de tanto horror.



* Dedicado a los represaliados por el franquismo.

[Armilo Brotón]

Estimado Raúl, desde el primer verso has plasmado perfectamente la desolación de esas personas. Vi su caminar desde el primer momento y cuando llegué a tu aclaración ya lo tenía claro qué estabas transmitiendo y quién iba dedicado. Un buen poema amigo.

Un abrazo.

[Ventura Morón]

Desgarrador querido amigo. Se funden la crudeza y la ternura perdida, pisoteada, vengan de donde vengan esas pisadas.
Transmites de manera excelente el sentimiento, las imágenes componen la mirada y centran los hechos.
Un placer leerte Raúl. Abrazo grande

[Antonio Justel]

... Raúl, amigo, una cosa es que te cuenten lo ocurrido y otra bien distinta, haberlo pasado; ¿ no te cierto...? y nunca es tarde si se sienta la buena voluntad a dialogar con el tiempo, pues ese tiempo parece que está más bien cerca; ojalá, por fin, oigamos el hablar de las cunetas, ojalá; tal vez, al final, hagamos una fiesta.Saludos, poeta. Orión

[Amparo Checa]

Un placer pasar por este poema tan emocionante y necesario. Gracias por contribuir a que no queden en el olvido sus gritos. Aplausos y abrazos.

[Rafel Calle]

Hermoso poema de Raul.

[Raul Muñoz]

Gracias, Armilo, por tu apreciación en su día de este poema. Vayan mis disculpas por no haber contestado en su día los comentarios.

Un abrazo.

[Raul Muñoz]

Aunque con demasiado retraso, gracias Ventura, por estar presente en este poema.

Un abrazo.

[Alejandro Costa]

Una bestialidad que merece todo el respeto y que todos los que amamos la libertad deberíamos gritar.

Como poema, muy bueno de principio a fin.

Me ha gustado por su fuerza y por un fondo que se hace entender con una claridad cristalina.

Gracias.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[Raul Muñoz]

Gracias, Antonio Justel, por dejar tu valiosa huella en el poema.

Un abrazo.

[Raul Muñoz]

Gracias por pasar por el poema, Amparo.

Un abrazo.

[Raul Muñoz]

Gracias, Rafel, amigo. Muy amable.

Un abrazo.

[Raul Muñoz]

Gracias a ti, Alejandro, por estar en este dolor que traspasa generaciones.

Un abrazo.