La casa de los espejos (trabajo en progreso)

Poemas en verso y/o en prosa de cualquier estructura y/o combinación.

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Felipe Fuentes García
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Re: La casa de los espejos (trabajo en progreso)

Mensaje sin leer por Felipe Fuentes García »

E. R. Aristy escribió:LA CASA DE LOS ESPEJOS


I


MADONA TRISTE

El retrato de colores mustios es el primer cuadro que se ve al fondo;
una madona de cuello largo y hombros desnudos acuna en sus brazos un bouquet de flores entresecas,
en la frente, al estilo de Frida , la flor de oro colocada como un pensamiento a posteriori,
el detalle de sus ojos pasmados , y su boca sonriente, sugiere que las flores han debido ocultar en el arte, su pena, y haber permanicido los colores vívidos, al menos por el tiempo que La casa de los espejos exista.
Pero no se trata de una opinión, de hecho, muchos pasan a verse, sin fijarse en el nombre del artista.


II

GLASS EYE


En la sala principal la instalación es abstracta. Una trilogía de luz se impone en la pared 8. Pinceladas más anchas subyacen las gotas de caprichoso cadmio, semejando la vista aerea de una plantación remota. Algo extricada de las implicaciones a que conllevan las vivencias con otros ojos, en vez ofreciendo una meditación involuntaria cuyo filtro es el ojo propio. Es una escena que pone en relevancia la técnica e intencionalidad del pintor, si se llegaran a fijar en ella. Pero ese no es el propósito gestalt, siendo quizá, meramente un impromptu, o un trance inducido, igual, el uso de la espátula, concibe -sin mezclar- los débiles filamentos que caen libremente bajo el sol.


El lobo

III

Era una pintura extraña, un hombre cubierto por una colcha gris, boca abajo sobre una cama color rosa. Solo se ven las plantas de sus pies, y empuñado, un lazo rojo.



Hay otro espejo


IV


En la sala de exhibición hay otro espejo. En una de esas vueltas te sales del tour predispuesto por el connoisseur y atraviesas un angosto pasillo blanco. Es un espejo distorsionado, casi oculto en una esquina sin acceso público. Un legado del carnaval y de la risa. Te haces enano, te alargas y te salen las caras de Shiva. Es un experimento infantil, claro, lo es hasta que sales de allí con tu vieja cara dispuesto a reintegrarte al grupo de admiradores del Arte. Ya dentro, la distorsión es una nerviosa vasija, otro espejo que se abre como un abanico chino o español o moro. Hace calor y hace frio, la sala de exhibición hace eso con las luces para efectos especiales. En cualquier momento tiembla el corazón y todo se quiebra.


Detaille

Es un cuadro minúsculo, enmarcado en un marco tallado de figuras humanas y animales míticos; una obra de arte dentro de otra.
Hay que encorvarse y acercarse lo justo para enfocar los ojos en lo que sus pinceladas representan. ¿Se ve el gesto anónimo de un gentío, o serán árboles que en silencio miran?
De espaldas al grupo, un boceto similar a la figura humana sobresalta y de lleno mira el ojo curioso; sugiere tener algo en las manos, una cámara, un revolver, una taza de café, un compás tal vez.
Mucho se ha dicho de Teo Carpio en cuanto a su práctica de medicina. ¿Estos cuadros que se encontraron en su oficina, no serían un intento en preservar las historias de sus pacientes, una especie de récord de sus estudios?
Manuscritos también forman parte de la exhibición junto a un frasco mediano donde en formol flota su lengua.


El tercer ojo

El artista se vale de símbolos, y esta vez, Cosima, Rumi y Borges entraron al trance del diálogo,
a la vera de un árbol del cual llovían ojos, meditaron.

La galería, deshabitada a esas horas, exhibía el arreglo a la composición creativa que iba girando incierta con una especie de urgencia neurótica;
el delirio suspendía a cualquier realidad, y estaba allí, oculto en el orden a posteriori del museo:
una ínfima mota flotaba sobre el lienzo blanco y titánico de la pared que faltaba por colgar.
De haber habido alguien en su proximidad, la insignificante aparición de la mota, no pasaría de ser un estornudo.

Después de un rato Cosima decidió pintarse un bindu en la frente.

Sin un espejo, dónde está el otro que mire? preguntó Borges. Qué conciencia de la mota en el entrecejo puede haber sin los espejos de la mente? Igual me siento en las sombras de la muerte, Dios (he dado en pensar) pone un empeño
en toda esa inasible arquitectura
que edifica la luz con la tersura
del cristal y la sombra con el sueño.

Algunas de estas cosas fueran escritas, otras, como piedras, se trasmiten en el agua y la electricidad con desasosiego, o con plácidas ridiculeces, mira que un espejo en su uso extensivo del ojo, a mi, que soy un ciego muerto, muerto, todavía me sirve.





E. R. Aristy








NOTA: Work in progress
E. R. Aristy
Con tan singulares propuestas, ERA, tener el privilegio de leerte es aprender y disfrutar.

Mi consideración y aprecio.
Un saludo afectuoso.
Felipe.
Ana Muela Sopeña
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Re: La casa de los espejos (trabajo en progreso)

Mensaje sin leer por Ana Muela Sopeña »

Impresionante está casa de los espejos, Era. Sensibilidad poética elevada a una cumbre original.

Un beso
Felicidades
Ana
La Luz y la Tierra, explosión que abre el corazón del espacio.
http://www.laberintodelluvia.com
E. R. Aristy
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Re: La casa de los espejos (trabajo en progreso)

Mensaje sin leer por E. R. Aristy »

Armilo Brotón escribió:Un gran trabajo ERA. Haces que no nos quedemos en la zona de confort y que nos movamos en búsqueda de referencias textuales, lo cual nos brinda la oportunidad del descubrimiento y de enriquecernos.
Un abrazo.
Mi hermano Carlos que es casi cuatro años mayor que yo, tenía un pequeño larousse. Celoso con sus cosas, su juego ajedrés, su colección de sellos, y su larousse eran cosas que nadie tocaba. Pero, te confieso que hubo más de una ocasión que la necesidad de entender lo que decían a mi alrededor me llevó discretamente a abrir el libro rojo que en realidad no era tan pequeño.
Me alegra que veas no hermétismo en mi poesía, sino exploración, porque quien explora es activo, inquisitivo, aventurero, investigador. Es alguien que compara, mide, excava, y posee su propia mente como instrumento para discernir.

Un fuerte abrazo, Armilo. E. R. Aristy
E. R. Aristy
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Re: La casa de los espejos (trabajo en progreso)

Mensaje sin leer por E. R. Aristy »

enrique garcia escribió:Que derroche de inspiracion, poeta
sin palabras

Gracias Enrique, muy amable amigo poeta. ERA
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Re: La casa de los espejos (trabajo en progreso)

Mensaje sin leer por E. R. Aristy »

Julio Gonzalez Alonso escribió:Seguimos viendo y mirando a través de los cuadros que tu ojo ve y mira con asombro y espectaculares descubrimientos. Un abrazo, ERA.
Salud.
Gracias por visitar La casa de los espejos, estimado Julio. Abrazos, ERA
E. R. Aristy
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Re: La casa de los espejos (trabajo en progreso)

Mensaje sin leer por E. R. Aristy »

Felipe Fuentes García escribió:
E. R. Aristy escribió:LA CASA DE LOS ESPEJOS


I


MADONA TRISTE

El retrato de colores mustios es el primer cuadro que se ve al fondo;
una madona de cuello largo y hombros desnudos acuna en sus brazos un bouquet de flores entresecas,
en la frente, al estilo de Frida , la flor de oro colocada como un pensamiento a posteriori,
el detalle de sus ojos pasmados , y su boca sonriente, sugiere que las flores han debido ocultar en el arte, su pena, y haber permanicido los colores vívidos, al menos por el tiempo que La casa de los espejos exista.
Pero no se trata de una opinión, de hecho, muchos pasan a verse, sin fijarse en el nombre del artista.


II

GLASS EYE


En la sala principal la instalación es abstracta. Una trilogía de luz se impone en la pared 8. Pinceladas más anchas subyacen las gotas de caprichoso cadmio, semejando la vista aerea de una plantación remota. Algo extricada de las implicaciones a que conllevan las vivencias con otros ojos, en vez ofreciendo una meditación involuntaria cuyo filtro es el ojo propio. Es una escena que pone en relevancia la técnica e intencionalidad del pintor, si se llegaran a fijar en ella. Pero ese no es el propósito gestalt, siendo quizá, meramente un impromptu, o un trance inducido, igual, el uso de la espátula, concibe -sin mezclar- los débiles filamentos que caen libremente bajo el sol.


El lobo

III

Era una pintura extraña, un hombre cubierto por una colcha gris, boca abajo sobre una cama color rosa. Solo se ven las plantas de sus pies, y empuñado, un lazo rojo.



Hay otro espejo


IV


En la sala de exhibición hay otro espejo. En una de esas vueltas te sales del tour predispuesto por el connoisseur y atraviesas un angosto pasillo blanco. Es un espejo distorsionado, casi oculto en una esquina sin acceso público. Un legado del carnaval y de la risa. Te haces enano, te alargas y te salen las caras de Shiva. Es un experimento infantil, claro, lo es hasta que sales de allí con tu vieja cara dispuesto a reintegrarte al grupo de admiradores del Arte. Ya dentro, la distorsión es una nerviosa vasija, otro espejo que se abre como un abanico chino o español o moro. Hace calor y hace frio, la sala de exhibición hace eso con las luces para efectos especiales. En cualquier momento tiembla el corazón y todo se quiebra.


Detaille

Es un cuadro minúsculo, enmarcado en un marco tallado de figuras humanas y animales míticos; una obra de arte dentro de otra.
Hay que encorvarse y acercarse lo justo para enfocar los ojos en lo que sus pinceladas representan. ¿Se ve el gesto anónimo de un gentío, o serán árboles que en silencio miran?
De espaldas al grupo, un boceto similar a la figura humana sobresalta y de lleno mira el ojo curioso; sugiere tener algo en las manos, una cámara, un revolver, una taza de café, un compás tal vez.
Mucho se ha dicho de Teo Carpio en cuanto a su práctica de medicina. ¿Estos cuadros que se encontraron en su oficina, no serían un intento en preservar las historias de sus pacientes, una especie de récord de sus estudios?
Manuscritos también forman parte de la exhibición junto a un frasco mediano donde en formol flota su lengua.


El tercer ojo

El artista se vale de símbolos, y esta vez, Cosima, Rumi y Borges entraron al trance del diálogo,
a la vera de un árbol del cual llovían ojos, meditaron.

La galería, deshabitada a esas horas, exhibía el arreglo a la composición creativa que iba girando incierta con una especie de urgencia neurótica;
el delirio suspendía a cualquier realidad, y estaba allí, oculto en el orden a posteriori del museo:
una ínfima mota flotaba sobre el lienzo blanco y titánico de la pared que faltaba por colgar.
De haber habido alguien en su proximidad, la insignificante aparición de la mota, no pasaría de ser un estornudo.

Después de un rato Cosima decidió pintarse un bindu en la frente.

Sin un espejo, dónde está el otro que mire? preguntó Borges. Qué conciencia de la mota en el entrecejo puede haber sin los espejos de la mente? Igual me siento en las sombras de la muerte, Dios (he dado en pensar) pone un empeño
en toda esa inasible arquitectura
que edifica la luz con la tersura
del cristal y la sombra con el sueño.

Algunas de estas cosas fueran escritas, otras, como piedras, se trasmiten en el agua y la electricidad con desasosiego, o con plácidas ridiculeces, mira que un espejo en su uso extensivo del ojo, a mi, que soy un ciego muerto, muerto, todavía me sirve.





E. R. Aristy








NOTA: Work in progress
E. R. Aristy
Con tan singulares propuestas, ERA, tener el privilegio de leerte es aprender y disfrutar.

Mi consideración y aprecio.
Un saludo afectuoso.
Felipe.

Gracias por tomarte el tiempo en en leer mis cosas, querido Felipe. Estamos aprendiendo el uno del otro constantemente, cuánto me alegra! Un saludo afectuoso querido amigo. ERA
E. R. Aristy
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Re: La casa de los espejos (trabajo en progreso)

Mensaje sin leer por E. R. Aristy »

Ana Muela Sopeña escribió: Dom, 21 Ene 2018 1:54 Impresionante está casa de los espejos, Era. Sensibilidad poética elevada a una cumbre original.

Un beso
Felicidades
Ana
Querida Ana, siempre te tengo presente. Tu gran sensibilidad y talentos, tus prioridades familiares, el ojo apreciativo de tu bella mente. Un abrazo grande, E. R. Aristy


PS De vez en cuando entro en La casa de los espejos, realmente las reflexiones, las peripecias desde donde intentar ver y ganar perspectiva son incesante.
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Ramón Castro Méndez
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Re: La casa de los espejos (trabajo en progreso)

Mensaje sin leer por Ramón Castro Méndez »

Me ha gustado mucho esta propuesta tuya, amiga ERA. Iba a decir que es muy original, que lo es, pero así es tu poesía, muy original, muy auténtica, adornada por esos matices cultos que me encantan. Con tus descripciones de cada cuadro, no solo me has puesto delante de ellos, sino que me has introducido dentro del lienzo. Lo dicho, muy hermosa propuesta.
Enhorabuena.

Un afectuoso abrazo.
"¿Dices
que te tortura el no poder escribir
o que
no puedes escribir porque estás torturado?
¿Dices
que estos tiempos te han convertido en un escéptico
o que
estos tiempos confirman tu escepticismo?

SAM SHEPARD
E. R. Aristy
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Re: La casa de los espejos (trabajo en progreso)

Mensaje sin leer por E. R. Aristy »

Ramón Castro Méndez escribió: Mié, 12 Ene 2022 18:58 Me ha gustado mucho esta propuesta tuya, amiga ERA. Iba a decir que es muy original, que lo es, pero así es tu poesía, muy original, muy auténtica, adornada por esos matices cultos que me encantan. Con tus descripciones de cada cuadro, no solo me has puesto delante de ellos, sino que me has introducido dentro del lienzo. Lo dicho, muy hermosa propuesta.
Enhorabuena.

Un afectuoso abrazo.
Un afectuoso abrazo, Ramon Castro Mendez y mi agradecimiento por tu participacion y amables palabras. Abrazos, ERA
E. R. Aristy
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Re: La casa de los espejos (trabajo en progreso)

Mensaje sin leer por E. R. Aristy »

E. R. Aristy escribió: Vie, 20 May 2016 0:43 LA CASA DE LOS ESPEJOS


I


MADONA TRISTE

El retrato de colores mustios es el primer cuadro que se ve al fondo;
una madona de cuello largo y hombros desnudos acuna en sus brazos un bouquet de flores entresecas,
en la frente, al estilo de Frida , la flor de oro colocada como un pensamiento a posteriori,
el detalle de sus ojos pasmados , y su boca sonriente, sugiere que las flores han debido ocultar en el arte, su pena, y haber permanicido los colores vívidos, al menos por el tiempo que La casa de los espejos exista.
Pero no se trata de una opinión, de hecho, muchos pasan a verse, sin fijarse en el nombre del artista.


II

GLASS EYE


En la sala principal la instalación es abstracta. Una trilogía de luz se impone en la pared 8. Pinceladas más anchas subyacen las gotas de caprichoso cadmio, semejando la vista aerea de una plantación remota. Algo extricada de las implicaciones a que conllevan las vivencias con otros ojos, en vez ofreciendo una meditación involuntaria cuyo filtro es el ojo propio. Es una escena que pone en relevancia la técnica e intencionalidad del pintor, si se llegaran a fijar en ella. Pero ese no es el propósito gestalt, siendo quizá, meramente un impromptu, o un trance inducido, igual, el uso de la espátula, concibe -sin mezclar- los débiles filamentos que caen libremente bajo el sol.


El lobo

III

Era una pintura extraña, un hombre cubierto por una colcha gris, boca abajo sobre una cama color rosa. Solo se ven las plantas de sus pies, y empuñado, un lazo rojo.



Hay otro espejo


IV


En la sala de exhibición hay otro espejo. En una de esas vueltas te sales del tour predispuesto por el connoisseur y atraviesas un angosto pasillo blanco. Es un espejo distorsionado, casi oculto en una esquina sin acceso público. Un legado del carnaval y de la risa. Te haces enano, te alargas y te salen las caras de Shiva. Es un experimento infantil, claro, lo es hasta que sales de allí con tu vieja cara dispuesto a reintegrarte al grupo de admiradores del Arte. Ya dentro, la distorsión es una nerviosa vasija, otro espejo que se abre como un abanico chino o español o moro. Hace calor y hace frio, la sala de exhibición hace eso con las luces para efectos especiales. En cualquier momento tiembla el corazón y todo se quiebra.


Detaille

Es un cuadro minúsculo, enmarcado en un marco tallado de figuras humanas y animales míticos; una obra de arte dentro de otra.
Hay que encorvarse y acercarse lo justo para enfocar los ojos en lo que sus pinceladas representan. ¿Se ve el gesto anónimo de un gentío, o serán árboles que en silencio miran?
De espaldas al grupo, un boceto similar a la figura humana sobresalta y de lleno mira el ojo curioso; sugiere tener algo en las manos, una cámara, un revolver, una taza de café, un compás tal vez.
Mucho se ha dicho de Teo Carpio en cuanto a su práctica de medicina. ¿Estos cuadros que se encontraron en su oficina, no serían un intento en preservar las historias de sus pacientes, una especie de récord de sus estudios?
Manuscritos también forman parte de la exhibición junto a un frasco mediano donde en formol flota la lengua de Don Carpio.


El tercer ojo

El artista se vale de símbolos, y esta vez, Cosima, Rumi y Borges entraron al trance del diálogo,
a la vera de un árbol del cual llovían ojos, meditaron.

La galería, deshabitada a esas horas, exhibía el arreglo a la composición creativa que iba girando incierta con una especie de urgencia neurótica;
el delirio suspendía a cualquier realidad, y estaba allí, oculto en el orden a posteriori del museo:
una ínfima mota flotaba sobre el lienzo blanco y titánico de la pared que faltaba por colgar.
De haber habido alguien en su proximidad, la insignificante aparición de la mota, no pasaría de ser un estornudo.

Después de un rato Cosima decidió pintarse un bindu en la frente.

Sin un espejo, dónde está el otro que mire? preguntó Borges. Qué conciencia de la mota en el entrecejo puede haber sin los espejos de la mente? Igual me siento en las sombras de la muerte, Dios (he dado en pensar) pone un empeño
en toda esa inasible arquitectura
que edifica la luz con la tersura
del cristal y la sombra con el sueño.

Algunas de estas cosas fueran escritas, otras, como piedras, se trasmiten en el agua y la electricidad con desasosiego, o con plácidas ridiculeces, mira que un espejo en su uso extensivo del ojo, a mi, que soy un ciego muerto, muerto, todavía me sirve.


L E N T E S

El ser humano sufre de un trastorno corporal hasta la muerte y claro, su habilidad de camuflaje conlleva al Arte y a la invención. Empieza una preocupación pubescente a dudar de su apariencia y el efecto de su presencia en otros, quizá por querer satisfacer a un factor estético y fundamental. Pero, me temo que es más. Es una insidua y endémica geometría que presiente su ecuación mortal. Jung era introvertido hasta el final. De sus años de juventud nos percatamos que el trastorno demórfico desaparece durante períodos de guerra y catástrofes. Sin embargo, los retratistas y escultores desde las cavernas mismas confirman la fascinación por la imagen humana, vegetal y animal de la incarnación.

Teorías de simétricas proporciones muestran los síntomas de éste trastorno. Los colores, las gesticulaciones que animan el rostro humano son fundamentales para el infante, pero el infante no tiene idea consciente de su aspecto personal. Cuando el infante se ve al espejo, es otro rostro a descubrir.


Aún más relevante, el infante no cuestiona las imágenes de sí o de otros. Eso viene a posterii en el oleaje complejo de las percepciones. Por cierto, a qué viene todo ésto? es, sin duda una válida pregunta en La casa de los espejos. Por unas horas se ha abierto el patio para contemplar la noche. Es octubre y la gente no quiere que llegue el invierno todavía, cualquier actividad al fresco se agradece en el Arte.


La luna brilla en una perfecta apertura entre ramas de los altos árboles . Se ha situado un solo telescopio que para usarse hay que subir una plataforma improvisada debajo del claro más ancho. Para éste evento, la violinista eligió el negro clásico y una pulsera de cristal ceñida en la muñeca. Un joven, de apariencia andrógena empezó a cantar acapelo el ave maría.


El patio se inundó de un ambiance encantador y se notaba por el silencio que la gente estaba suspendida en un asombro plácido y casi solemne. La chispa de sus ojos se encendían como pequeñas lanchas de luciérnagas , era más que un evento cultural, era la adoración a Dios y a la imagen y semejanza de su Omnipresencia.


No se dejó esperar que empezaran a reunirse en la base del telescopio. Dando inicio a un movimiento gentil entre las piernas que se extendían sobre la grama, y las piernas que daban paseítos, algunos tomados de la mano o con el brazo echado a los hombros, otros transfijos en una exaltación de espíritu, comulgaron con el acto de sentirse vivos en un sueño inexorable.


Claro que estaban las estrellas, y que la luna brillaba excepcionalmente altiva, y que entre ellos habría un astrónomo, un arrebatado y claro, el chico pasado de copas chocando con los destellos de un imposible vidrio entre él y la noche. Era imposible saber quiénes estaban presentes y de qué entrenamiento padecían.


Specularii


La calle que conduce hacia La Casa De los Espejos no podía estar localizada mejor. Stone Street, una callecita adoquinada que invita al paseo en medio de otros grandes espejos.
Para mi, el aire es la bola de cristal, con la que han querido ver los tiempos y los eventos. Es fácil predecir al ver el aspecto de algo tan invisible como las intenciones y los gestos de una época. Quizás porque sentir es una facultad contundente y pues, se forma un semblante propio, una reacción inicial, una arrolladora dureza en las cejas y la curvatura de los labios toma un rumbo hacia abajo,o lo que es más diciente, apenas florece.
No es nada científico en grandes rasgos, ah! Pero los ínfimos detalles, esos micro gestos, ese entumecimiento como una tolerante respiración bajo el profundo horadar. Se hace posible entonces entre pequeñas explosiones, ver la palidez o lo rozagante de hoy.


El pulidor de lentes, Spinoza

Un hombre piensa y una masa de gente escribe la ética y la divinidad del poder. Un hombre no tiene más remedio que crear la óptica a través de la cual Dios es teorizado, ese hombre piensa en Dios, lo inobservable de la sustancia. Pero es otro vidrio a la extensión y a la desangelada búsqueda de hoy en el infinito.


Simposia

Nací velado hace ya medio siglo. Recuerdo vívidamente un cierto desarme cuando me veían de niño. Las personas tienden a sentirse cubiertas y al parecer, en la presencia del invidente, sienten una especie de alivio, después de todo, el mal de ojo existe, como existe la lujuria. El alma se camufla en la necesidad para que los ojos no puedan devorar la esencia del visionario. Es así, una envidia como un pulpo succionando el fondo del mar. Al menos eso dicen en susurros quienes observan el banquete. Muchos hombres buenos han traspasado sus corazones y quemado sus mentes en busca de un atisbo de ideas lustrosas. ¡Ay! ¡Qué poderes ocultan los sentidos!
Desde que trabajo de portero en La Casa de Los Espejos, me ha dado por pensar en puertas y en traspasos, no ha habido un segundo que me detuviera a pensar en los vidrios esmerilados que sirven como partituras de sala en sala. ¡Ay! si algunos supieran que el tono propio de su voz es una imagen, o que sus pensamientos y sus más secretas intenciones son vibraciones que van estirando las neuronas de los tres cerebros de la persona. El animal o la flor que depilamos en te quieros fugaces y odiosas canicas con las que arriesgamos y manifestamos la presencia y la lucidez y la indecencia de poseer . No niego que algunos visitantes frecuentes se han dado cuenta que yo les puedo ver.



FILTROS

Si hay alguna locura sería no poder abrirnos a nuestras facciones frente a los filtros. Frente a la distorsión del dolor y la pérdida. Subestimar ese afán obsesivo de ser apetecible como una vulgar vanidad, ya no es factible con tanta psicológia popular; algo nos ha programado para ser bellos aun cuando la belleza sea un castigo. Creo que han de ser vendas en el laberinto de la numinosidad. Una valoración de la oscuridad que nos descubre encarnados y nos envía como mariposas emigrantes a un embrionario, ya después, el viaje es desconocido como Dios.


NOTA: Work in progress
E. R. Aristy
Ana Muela Sopeña
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Re: La casa de los espejos (trabajo en progreso)

Mensaje sin leer por Ana Muela Sopeña »

Me parece excepcional lo que aquí nos regalas. Lo siento más como una pequeña parte de una novela o como un ensayo poético sobre el arte. En cualquier caso he disfrutado mucho de estos cuadros y de esos espejos. Volveré sobre esta maravilla.

Gracias, Era

Aplausos
Un beso
Ana
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Alejandro Costa
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Re: La casa de los espejos (trabajo en progreso)

Mensaje sin leer por Alejandro Costa »

Como en una galería de arte.

Tienes la magia eterna de describir perfectamente lo que quieres indicar.

Esta es una muestra de ello.

Un beso, Era.

Salud, paz y felicidad.
No sé por qué, no sé por qué ni cómo
me perdono la vida cada día.…


Me sobra el corazón (Miguel Hernández)
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Javier Dicenzo
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Re: La casa de los espejos (trabajo en progreso)

Mensaje sin leer por Javier Dicenzo »

Aporte literario original, con matices, con sus propios dioses internos, un placer pasar y leerte.
javier
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