¡de oca a oca!
que toca
matar al guerrillero chiquito,
que casi sueña baberos.
¡Uy, qué olvido
si les vendí yo las armas¡
no importa,
que se muera él.
De Oca a oca,
míra,
me toca otra vez
robarle la infancia al niño
en el país del revés.
Me he librado de la cárcel,
al dado le salió el tres,
meteremos al “camello”
que vendió,
la droga en polvos de muerte,
¡ja¡ creyó que comía él.

( Y así, siguen de oca a oca... y nunca , ¿por qué será? topan con la justicia), siguen, tirando, porque les toca)