Almost Blue

[enrique sanmol]

Un macetero de metal
y unas flores de plástico sobre la tierra umbría;
la trompeta de Chet Baker —Almost Blue—
escarchando el aire; su retina
violeta y gris entre jirones de luna
y palabras de frontera,
cuartos que entonces estremecíamos.

Una vez fuimos dioses de nuestra religión.

Ungidos por el frío y la niebla de los inviernos,
en la quietud del polvo, vimos caer la noche.
Nos miramos como quienes ven partir un tren.
Así, a cada paso, fue creciendo el silencio.

Te fuiste.

Las horas cruzaron los siglos,
el caos poco a poco fue haciendo su labor
tiñendo de gris el pasado.
Desapareció el sueño, la palabra sedienta;
para siempre —dijimos—.
Después se hizo tarde.

Aunque sólo yo lo recuerde,
tú también estuviste.

Ahora siempre nos parece tarde.

.

[Ramón Castro Méndez]

Excelente poema, Enrique, me ha gustado esa despedida con sabor a nostalgia, bajo el casi azul de Chet Baker. Muy hermoso poema, sin duda.
Te felicito.
Un fuerte abrazo.

[Marisa Peral]

Te fuiste.

Las horas cruzaron los siglos,
el caos poco a poco fue haciendo su labor
tiñendo de gris el pasado.
Desapareció el sueño, la palabra sedienta;
para siempre —dijimos—.
Después se hizo tarde.

Aunque sólo yo lo recuerde,
tú también estuviste.

Ahora siempre nos parece tarde.

.

¡Qué buen poema!
Para los amantes del Blues y para los que no lo aman tanto, es una declaración de amor incondicional.
Me ha gustado leerte, Enrique Sanmol.

Un abrazo.

[Carmela Viñas]

Bellísimo poema, Enrique Sanmol.
Destaco estos versos por la belleza que me transmitieron, pero todo el poema es de una gran calidad poética.

"Una vez fuimos dioses de nuestra religión.

Ungidos por el frío y la niebla de los inviernos,
en la quietud del polvo, vimos caer la noche.
Nos miramos como quienes ven partir un tren.
Así, a cada paso, fue creciendo el silencio.

Te fuiste."
Felicidades y gracias por tan buena música. Me encanta el jazz.
Abrazos.

[Raul Muñoz]

Feliz inspiración que alumbra tan hermoso poema. Se palpa el silencio, casi cruje la despedida. Muy logrado en su forma tan precisa, que evoca la profundidad de las emociones compartidas. Un gusto de lectura. Gracias por compartir, Enrique.

Un abrazo.

[Pilar Morte]

Un buen poema para disfrutar versos bellísimos. Me ha gustado mucho.
Un abrazo y felicidad

[Ana Muela Sopeña]

Qué bien escribes, Enrique:

Versos increíbles que llegan profundamente al corazón de la nostalgia.

La música... bellísima y muy bien amalgamada con el poema.

Aplausos... muchos...

Un abrazo
Ana

[enrique sanmol]

Ramón: muchas gracias, Ramón, por iniciar los comentarios a este intento y por tu generosa valoración y sensibilidad. Un fuerte abrazo.

Marisa: me alegra mucho que te gustara... Cuando el jazz se junta con el blues y la trompeta de Chet pasan estas cosas... Otro abrazo fuerte para ti.

Carmela: si encontraste belleza por aquí estoy más que satisfecho con el intento. Me alegro que coincidamos en los gustos musicales. Un abrazo.

Raul: el mérito, si existe, está más en la música que en el poema, pero me alegra mucho que palparas los silencios de la música (¿qué sería de la música sin los silencios?) y del poema. Otro abrazo fuerte para ti.

Pilar: agradecido por tu paso por estos lares y por tu generosa valoración. Amor, paz y felicidad también para ti.

Ana: creo que me sobrevaloras... pero muchas gracias. Recibo con humildad tus aplausos y te envío un abrazo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Un magnífico homenaje poético al gran Chet Baker, en el parece sonar su inolvidables "Almost Blue" como fondo a esta historia de frustración en la pérdida del amor.

Todo un placer de lectura, Enrique.

Un fuerte abrazo, viejo amigo.

[Gia Nuage]

Que bien elegido el tema de Chet Baker, tb hubiese elegido "little girl blue" cantado por el mismo, creo que redondeo aúnas el sentimiento del poema.

Me encantó.
Un abrazo.

[enrique sanmol]

Gracias, amigo Ferreiro, por deleitarte con esta música del viejo Chet que sé que tanto aprecias. Fuerte abrazo.

Little girl blue es otra joya que interpreta con esa sensibilidad inigualable que derrocha Chet Baker. Gracias, Gia, por pasar por aquí y aportar... Te dejo el vídeo de esa otra magnífica canción. Un cordial saludo.

[Ana Muela Sopeña]

Gracias por el vídeo de Little girl Blue.

Me encanta...

Una gozada

[E. R. Aristy]

Un macetero de metal
y unas flores de plástico sobre la tierra umbría;
la trompeta de Chet Baker —Almost Blue—
escarchando el aire; su retina
violeta y gris entre jirones de luna
y palabras de frontera,
cuartos que entonces estremecíamos.

Una vez fuimos dioses de nuestra religión.

Ungidos por el frío y la niebla de los inviernos,
en la quietud del polvo, vimos caer la noche.
Nos miramos como quienes ven partir un tren.
Así, a cada paso, fue creciendo el silencio.

Te fuiste.

Las horas cruzaron los siglos,
el caos poco a poco fue haciendo su labor
tiñendo de gris el pasado.
Desapareció el sueño, la palabra sedienta;
para siempre —dijimos—.
Después se hizo tarde.

Aunque sólo yo lo recuerde,
tú también estuviste.

Ahora siempre nos parece tarde.

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Wow, Enrique! Belleza evocativa e intima musica calando hondo. Abrazos, ERA

[Gabriel Capó Vidal]

Un belliisimo poema que leyendolo acompañado de la música, es todo una delicia; notas y poema, poema y melodía. Ahora siempre nos parece tarde. Un abrazo.

[Ricardo López Castro]

Un macetero de metal
y unas flores de plástico sobre la tierra umbría;
la trompeta de Chet Baker —Almost Blue—
escarchando el aire; su retina
violeta y gris entre jirones de luna
y palabras de frontera,
cuartos que entonces estremecíamos.

Una vez fuimos dioses de nuestra religión.

Ungidos por el frío y la niebla de los inviernos,
en la quietud del polvo, vimos caer la noche.
Nos miramos como quienes ven partir un tren.
Así, a cada paso, fue creciendo el silencio.

Te fuiste.

Las horas cruzaron los siglos,
el caos poco a poco fue haciendo su labor
tiñendo de gris el pasado.
Desapareció el sueño, la palabra sedienta;
para siempre —dijimos—.
Después se hizo tarde.

Aunque sólo yo lo recuerde,
tú también estuviste.

Ahora siempre nos parece tarde.

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Te dejo mi mensaje de admiración, enrique, poco más puedo hacer ante este inconmensurable poema.
Gracias por compartir.
Abrazos y felicidad.