Carmela Viñas escribió: ↑Mar, 10 Oct 2023 20:18
El primer paso hasta llegar a la flor impoluta del desierto es sumergirse en el lodazal de las propias sombras.
No existe fragancia conocida que te lleve a su morada. Eso sería demasiado fácil en almas que evitan los desafíos.
A la flor no le atraen los curiosos y banales cardúmenes de ojos que intentan acorralar sin comprender, su luz inusitada.
No pertenece al mundo; sin embargo, fue creada para señalar un camino.
Si la pisas por torpeza —no así la maldad que la secuestra y fagocita —no volverá a crecer cercana a tus pies de tierra, hasta que se cumpla el ciclo lunar. Entonces, sabrás el poder de la paciencia; te envolverá una sed imperiosa por cuidarla, aún sin verla y aún sin saber amarla en profundidad.
Y en las Laudes, conmovido el ser, cuando te nazca cantar, aunque la voz se quiebre en memorias, y le entregues las mezquindades del amor humano, serás libre —como todos si alcanzamos ese estadio — y podrás vislumbrarla.
Ella solo habla con el lenguaje del agua, a pesar de recluirse en un desierto. Es perfecta en la nieve de su esencia con iris inocentes. Esos ojos que te harán llorar por reconocer su brillo, dentro tuyo. Y convirtiéndote ya en templario de sus pétalos —hombre y mujer de la creación —, sufrirás al contemplar que el despiadado mundo odia su brillo.
Ella es la hermana gemela de la paz. Esa paz que ahora mismo, sangra en cautiverio.
Puerta de luz.
Urdimbre de candor.
Recinto de jazmines.
Estandarte de grandeza.
Zafiro del alma.
Alondra en dulce vuelo.
Todos los derechos reservados.
Sin duda, mi querida amiga y poeta, Carmela Viñas. Tus versos se sumergen en el lodazal de su propia sombra, y en la de los que puedan leer este Inmenso criterio de quien dice, con toda propiedad, andar por el camino que alcanza la razón.
Desde la soledad de mi isla, un fuerte abrazo, con mi felicitación.
José Manuel F. Febles.