
Lo último contigo siempre es lo primero,
cambias de orden como las hebras de tu pelo
en las preferencias enteras del futuro,
filamentos híbridos de amor y pasiflora,
la voz que siempre suena igual,
cascada con música relajante,
vivencias a través del timbre de un portal,
de la puerta del autobús interurbano,
de una almohada compartida,
del beso que no deja escapar la saliva,
del universo juntos después de tanta fantasía,
del miedo que embruja y aprieta los ojos
de la noche que engendramos
inmediatamente después de otra,
de sentirte más fuerte que la luz del día…
Siempre me miras.