e insomnio, acogidos a los miedos violentos
de los recuerdos.
Me olvidé de decir tu nombre esta mañana, Julio, No sabes cuánto lo siento, tu profundidad es insondable aunque esté preñada de elegancia, nos demuestra que 21 gramos dan para mucho pesar, al fin y al cabo no quiso decir otra cosa Kundera en su novela más celebrada. Entre los tres poemas que haya leído y disfrutado sufriendo en Alaire. Pienso que eso quiere decir mucho. Sé que tú me perdonarás que me haya olvidado de tu nombre esta mañana. Yo me fustigaré por no perder la costumbre. Me alegra que nos demuestres que Quevedo sigue vivo, soy tan tonto que no lo supe ver esta mañana.