Siempre llegas tú desde la otra orilla del charco; eres como el Carlos Gardel, que no murió, Darío Grandinetti mira con unos ojos que no ven la belleza resplandeciente de Aitana.
Me han dicho que te vieron en Nueva York, la ciudad de las ciudades es, a veces, un sueño que no despierta, siempre una pesadilla que nos fascina, mientras camina por las ruinas sin rumbo de Occidente, por la falta casi absoluta de espiritualidad que se estila en estos días. Tú sueñas que nuestra verdadera vida está en el Last Behond,yo ya no sueño, me venció el mundo de los héroes marchito y de las ideas desencaminadas. Fui decía Odysséas Elýtis.fui y nunca he sido. Don Antonio estará siempre en mí, lo llevo adonde voy errando como un sonámbulo sin red, un árbol que no tiene ideas, la España que no es amada por sus hijos.
Gracias.