La presencia

[Francesch Vicent]

Una luz en la ventana de enfrente
no ilumina la estancia, sino su vacío.
Fugaz es la presencia que se refleja amortiguada
en las translúcidas cortinas,
persiguiendo el humo que exhala por su boca.
Me subyuga el halo de misterio
de este fotograma veloz,
dibujado entre las brumas de mis delirios.

Inmovilizado, malgasto el tiempo de un reo
condenado a cadena perpetua
inventando historias de secretos inconfesables,
de puertas ocultas,
de largas ausencias sin motivo...
que trenzan vidas tortuosas y oscuras
con víctimas y verdugos.

Ella sabe que la observo y me tortura
con su mirada fija en mi vacío.
No sé lo que pretende,
pero ha logrado construir un puente invisible
entre los dos vanos, porque noto la cercanía
de su presencia, de su aliento, de su olor
a flor de piel provocándome escalofríos
a mí, que me creía a salvo
en mi jaula protectora, inmune a la muerte.

[Carmela Viñas]

Un poema cautivante con ese halo de misterio que lo envuelve y tu bello decir poético, Francesch Vicent.
El impacto de la presencia que alcanza y modifica el espacio personal.
Me ha gustado mucho leerte.
Un abrazo.

[Raul Muñoz]

Atrapa y deja en suspenso. Aunque algo se intuye de quien contempla, mantiene el pulso poético, animando nos a contemplar por nosotros mismos esa estancia iluminada. Me gusta en su forma de versos largos y como se encadenan.

Gracias por compartir Francesch.

Un abrazo.

[Pilar Morte]

Ese ambiente de misterio atrapa esperando que se resuelva el enigma. Me gustó el poema.
Abrazos y felicidad.

[Francisco Lobo]

Qué bien escribes. En tanto leía venían a mi mente imágenes de una antigua película en la que un hombre mata el tiempo mirando a través de su ventana a los habitantes del bloque de enfrente. Hay misterio en tus versos y un buen hacer. Me agradó mucho la lectura. Un abrazo.

[E. R. Aristy]

Una luz en la ventana de enfrente
no ilumina la estancia, sino su vacío.
Fugaz es la presencia que se refleja amortiguada
en las translúcidas cortinas,
persiguiendo el humo que exhala por su boca.
Me subyuga el halo de misterio
de este fotograma veloz,
dibujado entre las brumas de mis delirios.

Inmovilizado, malgasto el tiempo de un reo
condenado a cadena perpetua
inventando historias de secretos inconfesables,
de puertas ocultas,
de largas ausencias sin motivo...
que trenzan vidas tortuosas y oscuras
con víctimas y verdugos.

Ella sabe que la observo y me tortura
con su mirada fija en mi vacío.
No sé lo que pretende,
pero ha logrado construir un puente invisible
entre los dos vanos, porque noto la cercanía
de su presencia, de su aliento, de su olor
a flor de piel provocándome escalofríos
a mí, que me creía a salvo
en mi jaula protectora, inmune a la muerte.

Gran y bello poema, Francesch, te felicito. Abrazos, ERA