Pequeñas Muertes (Mirlos III)

[Ana García]

Qué original eres escribiendo. Estos mirlos seducen por sus giros. Aplaudo tu ingenio.
Abrazos

Intento seducir con la palabra y no dejar indiferente. Supone una pequeña victoria si lo consigo contigo.
Gracias por tus palabras.
Un abrazo.

[Ana García]

Muy bello y original plumaje la de estos mirlos posándose en los campos de Alaire.

Solo queda reposadamente disfrutarlos en todos sus perfiles.

Bicos e saude, querida Aniña.

Y aquí se quedan estos mirlos alimentados con el trigo de Castilla.
Gracias por tus palabras.
Un abrazo, Ferreiro.

[E. R. Aristy]

I
Cada vez que baila
me pide la cabeza de Juan,
—el Bautista—
y yo se la entrego
en bandeja de plata.

II
Hace mucho tiempo que no sueño.
Lo intento desesperadamente.
¡Quiero volver a soñar!
Ahora duermo más,
creo que la culpa es de mi hermano,
cogió la pistola de papá y me disparó
sin saber que los muertos no sueñan.

III
Nadie, ni tan siquiera el muerto
podría culparle del asesinato.
Volvió al escenario del crimen
para contemplar la estrechez de la tumba.
Un policía le dijo:
¡Qué frío hace, señor juez!
El asesino ordenó:
procedan al levantamiento.

Hay violencia, injusticia, entre la vida y los sueños. Brillantes mirlos, Ana.

[Ana García]

Me han gustado mucho tus mirlos, Ana. Se encuentran muy bien entrelazados a través de imágenes que van develando los enigmas subyacentes. Tienen el poder de atrapar al lector con palabras muy impactantes. Un placer transitar estos micropoemas.
Saludos,
Juan Cruz

El placer es mío, Juan, al leer tu comentario.
Gracias por tu atenta lectura y comentario.
Salud.

[F. Enrique]

Poema el que nos presentas muy duro y sin contemplaciones, Ana. Le sacas un gran provecho.

Un abrazo.