
Detenido estoy en el pasado. En prisión lóbrega
cerrada, oscura. Subterráneas mis pasiones
no ven la luz. En encierro oigo al búho ulular,
los graznidos de un cuervo y a las palomas zurear.
Anhelos idos se elevan sobre mis días.
Temblor me dan tus oscuridades de estantigua.
Extraño el céfiro matinal, suave, plácido
que acariciaba mi rostro y añoro de ti tu gracia,
tu donaire. Tu silueta figulina.
¡Que puedo agregar, sí, lo que siento es inefable!
¿Qué palabras podrían explicar la negrura,
de mi oscuro pesar? Fuiste una tirana, porque te quería.
Tú talaste mis olivos, cortaste mis encinas,
y alejaste a mis pájaros. En paisaje yermo
convertiste, el amor que te tenía. Inhóspito hoy,
solo observo un cielo de nubes grises y de viento.
Insepulto, hoy soy úlcera NOLI ME TÁNGERE.