Últimas tardes de septiembre
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
- jose manuel saiz
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- Registrado: Mar, 30 Jun 2015 12:42
Últimas tardes de septiembre
Cada año
septiembre se despide
con una tibia luz que vaticina
los primeros albores del otoño.
El aire envuelve en gasa transparente
las hojas del olivo
y un viento de poniente peina,
como a un niño, la fina hierba
de mi jardín pequeño.
Algunas golondrinas vuelan
buscándose cobijo…
y, como airosas bailarinas grises,
se turnan por decir adiós al pueblo
en torno a los aleros de la iglesia.
A mi derecha, el río, ebrio de melancolía,
pretende silenciar con su murmullo
el tranquilo susurro de la fuente.
Todo se vuelve estable y apacible
en la hora que declina.
Desde el rincón sombrío y mudo
donde escribo los trazos de mis versos,
mi casa de madera pinta
con pátina dorada
mi estrofa más sensible.
Dos niños juegan bajo un árbol
al lado de la ermita
y un perro encadenado
dormita solitario
y ajeno a lo que pienso.
Todo permanece íntimo y sereno...
Hasta el viento parece estar ausente.
En tardes como esta
algunos hombres buenos
dejaron volar su mente hacia un mundo
más perfecto.
Son las últimas tardes de septiembre,
los últimos retazos del estío…
Pero hay algo en el aire que recuerda
que, cerca y al galope,
el otoño se aproxima
veloz a nuestro encuentro.
Cae una hoja de mi olivo; una hoja
que no debió caer.
Hago acopio de esta luz
que mengua día a día.
Un año no veré
cómo expiran las tardes apacibles.
--oOo--
- Mirta Elena Tessio
- Mensajes: 4155
- Registrado: Jue, 06 Nov 2014 16:58
- Ubicación: argentina
Re: Últimas tardes de septiembre
jose manuel saiz escribió: ↑Sab, 17 Sep 2022 11:48 ÚLTIMAS TARDES DE SEPTIEMBRE
Cada año
septiembre se despide como ahora;
con una tibia luz que vaticina
los primeros albores del otoño.
El aire envuelve en gasa transparente
las hojas del olivo
y un viento de poniente peina,
como a un niño, la fina hierba
de mi jardín pequeño.
Algunas golondrinas vuelan
buscándose cobijo…
y, como airosas bailarinas grises,
se turnan por decir adiós al pueblo
en torno a los aleros de la iglesia.
A mi derecha, el río, ebrio de melancolía,
pretende silenciar con su murmullo
el tranquilo susurro de la fuente.
Todo se vuelve estable y apacible
en la hora que declina.
Desde el rincón sombrío y mudo
donde escribo los trazos de mis versos,
mi casa de madera pinta
con pátina dorada
mi estrofa más humana, por sensible.
Dos niños juegan bajo un árbol
al lado de la ermita
y un perro encadenado
dormita solitario
y ajeno a lo que pienso.
Todo permanece íntimo y sereno...
Hasta el viento parece estar ausente.
En tardes como esta
algunos hombres buenos
dejaron volar su mente hacia un mundo
más perfecto.
Son las últimas tardes de septiembre,
los últimos retazos del estío…
Pero hay algo en el aire que recuerda
que, cerca y al galope,
el otoño se aproxima
veloz a nuestro encuentro.
Cae una hoja, que yo creí perenne,
en mi espíritu.
Una hoja de mi olivo; una hoja
que no debió caer.
Hago acopio de esta luz
que mengua día a día.
Un año no veré
cómo expiran las tardes apacibles.
--oOo--
Hay una gran diferencia entre el final de tu siptiembre
en España, que el final en el hemisferio sur.
Tú, como poeta sensible sientes nostalgias y recorres tu casa
en el presente. Los niños jugueteando por el patio y el perro nunca
falta en tus poemas y alguna paloma buscando albergar su nido.
Me encanta y lo sabes cómo escribes.
Yo te cuento aquí corre una frisa suave del norte, a veces son ráfagas
que empuja a los vientos fríos y me gusta ver los brotes en los árboles.
Se aproximan las tibias tardes y las comparo con tu melancolía.
Yo feliz recibiendo el sol caliente del medio día y las lluvias mojando la tierra
que emana un aroma irrepetible.
De todos modos tu otoño no debe ser tan malo, los gorros de lana, la chimenea
y los recuerdos de cuando eras niño, mientras tu abuela amasaba el pan en la cocina.
Un abrazo Juan Manuel, me encantan tus poemas.-
por lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.
Francisco Luis Bernárdez
- F. Enrique
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Re: Últimas tardes de septiembre
Un abrazo.
cuando vivir era un pecado,
un cilicio sujeto a la ceniza posada en tu frente,
el estigma de un amor que nunca abandonó
las pulsaciones nerviosas de tu pecho
ni el bálsamo de luz que me turbaba en tu mirada.
(Playa de la Almadraba - Fragmento)
-
- Mensajes: 29826
- Registrado: Mié, 09 Abr 2008 10:21
Re: Últimas tardes de septiembre
Abrazos
- jose manuel saiz
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Re: Últimas tardes de septiembre
Muchos abrazos.
J. Manuel
- Ramón Carballal
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- Registrado: Vie, 28 Dic 2007 16:24
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Re: Últimas tardes de septiembre
"El poema eres tú recomponiendo el espejo que cada día rompes".
"Comprender es unificar lo invisible".
"Elijo la lluvia, porque al derramarse, muere".
- J. J. Martínez Ferreiro
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Re: Últimas tardes de septiembre
Todo un placer de lectura, amigo José Manuel.
Un abrazo.
- Julio Gonzalez Alonso
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- Registrado: Vie, 23 Nov 2007 20:56
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Re: Últimas tardes de septiembre
Siempre a gran altura este vuelo de tus versos que, como las golondrinas, anuncian con las estaciones el ciclo de la vida; descriptivo y entrañable, tu poema nos adentra en el tiempo de la contemplación, la calma y la reflexión con ese cierre hermosamente, cruelmente realista, que anuncia lo inevitable y nos hace sentir aún más la belleza que nos contempla y contemplamos.jose manuel saiz escribió: ↑Sab, 17 Sep 2022 11:48 ÚLTIMAS TARDES DE SEPTIEMBRE
Cada año
septiembre se despide
con una tibia luz que vaticina
los primeros albores del otoño.
El aire envuelve en gasa transparente
las hojas del olivo
y un viento de poniente peina,
como a un niño, la fina hierba
de mi jardín pequeño.
Algunas golondrinas vuelan
buscándose cobijo…
y, como airosas bailarinas grises,
se turnan por decir adiós al pueblo
en torno a los aleros de la iglesia.
A mi derecha, el río, ebrio de melancolía,
pretende silenciar con su murmullo
el tranquilo susurro de la fuente.
Todo se vuelve estable y apacible
en la hora que declina.
Desde el rincón sombrío y mudo
donde escribo los trazos de mis versos,
mi casa de madera pinta
con pátina dorada
mi estrofa más sensible.
Dos niños juegan bajo un árbol
al lado de la ermita
y un perro encadenado
dormita solitario
y ajeno a lo que pienso.
Todo permanece íntimo y sereno...
Hasta el viento parece estar ausente.
En tardes como esta
algunos hombres buenos
dejaron volar su mente hacia un mundo
más perfecto.
Son las últimas tardes de septiembre,
los últimos retazos del estío…
Pero hay algo en el aire que recuerda
que, cerca y al galope,
el otoño se aproxima
veloz a nuestro encuentro.
Cae una hoja de mi olivo; una hoja
que no debió caer.
Hago acopio de esta luz
que mengua día a día.
Un año no veré
cómo expiran las tardes apacibles.
--oOo--
Salud.