que con dolor por siempre habrás perdido,
cuando ya no me tengas y el olvido
eternamente sea tu condena.
No querré derramarme por tu arena,
sin lágrimas que mojen mi latido,
sin pena, ni dolor porque has herido,
mi triste corazón que me encadena.
Yo he sido para ti solo una sombra
quien te ha querido sin esperar nada
porque ahora eres tú quien no me nombra.
Ya no quiero quedarme en tu mirada,
la nada que hay en ti ya no me asombra,
prefiero ser la sombra más callada.
Sin llanto en mi almohada,
prefiero ser el árbol siendo fuerte,
que culparme por siempre de tu muerte.