600 millas, 24 noches para un nuevo amanecer, sin conocer tu nombre.“Todo lenguaje es un alfabeto de símbolos cuyo ejercicio presupone un pasado que los interlocutores comparten; entonces, cómo transmitir a los otros el infinito Aleph?”
Jorge Luis Borges
Escapar de la guerra. Dejar atrás el mundo conocido. Un trecho de humo con ventanas al cielo de la tierra cuarteada y profundamente verde. La tierra de vientre suave y manos fuertes para cargar todo el milagro que son tus ojos en mis ojos, mamá. Papá no mueras sin mi corazón en tu pecho entrañable.
La hora es y es ahora que en unos cuantos días he visto a los héroes con manos extendidas de este lado y el otro como un horizonte encendido de luces lacrimosas, mientras más, más me alejo, más me acerco a esos números de sangre que escribiste sobre mis nudillos para que el sudor, ni mi llanto los borre. Tomaste el riesgo de no volver a vernos, de que la noche me tragara sin ver la aurora, tomaste el riesgo de que mi ángel de la guarda iba conmigo, de que todavía hay gente buena, y todavía quien viaja conmigo es ese niño profundamente verde cargando el milagro de tus ojos, el corazón entrañable de tu seno amado, Ucrania.
E. R. Aristy