Vicente Fernández-Cortés escribió: ↑Jue, 20 Ene 2022 0:33
A François-Marie Arouet, ilustrado relojero, más conocido como Voltaire.
Tenaz reloj, metálico latido
en permanente ciclo prisionero.
¿Por qué será que tu tictac de acero
desgrana ya las cuentas del olvido?
Tu inexorable pulso repetido
limita cuanto vivo y cuanto espero,
mi postrera mirada y cuando muero
al terco son de su voraz tañido.
¡Mecánico ritual de un alma plana
en la ecuación precisa de tu horquilla!
Por ti, cuadriculada y cartesiana,
nos quedará sufrir la pesadilla
del tránsito vital en la membrana
de la rígida piel de tu plantilla.
Es raro que un oficio que trata un tema tan filosófico como el tiempo y su medición no tenga un vínculo más estrecho con el librepensamiento. La excepción quizá fuera Voltaire, aunque parece que el humanista francés buscara en la relojería más un lucrativo negocio que una fuente de inspiración metafísica.
Creo que fue a mediados del s. XVIII, cerca de Ginebra, en territorio francés, Voltaire compra la finca de Ferney- solar donde reproduce una corte en miniatura- Ahí encuentra la serenidad para tener la época más creativa de su vida, no solo como escritor, sino como empresario. En Ferney estableció una curtiduría, un horno para azulejos y cerámica, una fábrica de medias de seda y encajes, renovó granjas y reforestó bosques; además, asociado con un grupo de relojeros ginebrinos que también huían de la intransigencia calvinista, fundó una fábrica de relojes que haría tambalear los cimientos de la industria relojera suiza.
La empresa aún existe con relevante prestigio hoy en día con el nombre de Zadig & Voltaire. Fiel a la competitiva estrategia mercantil de su ilustre promotor sigue siendo un reloj bueno, bonito y barato. Lástima que solo dé la hora y no la genialidad del francmasón ilustrado.