El eterno calor de una caricia
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
- Alejandro Costa
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El eterno calor de una caricia
cuando un vientre descansa anaranjado;
la lluvia se amotina y luego pace
en un tuburbio viejo y maltratado.
No desploma los vientos cuando le hace
anochecer sin ver un día alado,
ni una brisa con hielo cuando yace
en la espuma de un mar asesinado.
Al final mece el cielo su alma y cuna
y con manos amigas me acaricia
en espera de que esa luz que inquiero
quede expuesta al color blanco de luna
al eterno calor de una caricia
y un verso con final en un te quiero.
me perdono la vida cada día.…
Me sobra el corazón (Miguel Hernández)
-
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Re: El eterno calor de una caricia
Me gusta este bello soneto, Alejandro. Encuentro imagenes esplendorosas que dan calor a La Poesía. Abrazos, ERAAlejandro Costa escribió: ↑Sab, 24 Jul 2021 0:19 Del temor de las cosas hoy se nace
cuando un vientre descansa anaranjado;
la lluvia se amotina y luego pace
en un tuburbio viejo y maltratado.
No desploma los vientos cuando le hace
anochecer sin ver un día alado,
ni una brisa con hielo cuando yace
en la espuma de un mar asesinado.
Al final mece el cielo su alma y cuna
y con manos amigas me acaricia
en espera de que esa luz que inquiero
quede expuesta al color blanco de luna
al eterno calor de una caricia
y un verso con final en un te quiero.
- Ulises C.J.
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Re: El eterno calor de una caricia
Abrazos.
- Rafel Calle
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Re: El eterno calor de una caricia
Abrazos.
- José Manuel F. Febles
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Re: El eterno calor de una caricia
Del temor de las cosas hoy se nace
cuando un vientre descansa anaranjado;
la lluvia se amotina y luego pace
en un tuburbio viejo y maltratado.
No desploma los vientos cuando le hace
anochecer sin ver un día alado,
ni una brisa con hielo cuando yace
en la espuma de un mar asesinado.
Al final mece el cielo su alma y cuna
y con manos amigas me acaricia
en espera de que esa luz que inquiero
quede expuesta al color blanco de luna
al eterno calor de una caricia
y un verso con final en un te quiero.
Desde el primer verso entré en tu hermoso trabajo, mis sinceras felicitaciones.
Un cordial abrazo, desde la soledad de mi isla.
José Manuel F. Febles
Nietzsche.