La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Hay sueños que aceleran el curso de la sangre, que iluminan el cristal de la conciencia con el nácar errante de una estrella.
Obligado a dormir sobre el lecho del silencio
el tiempo se convierte en cera derretida,
y del norte cenital que encumbra su esperanza
emergen resonantes ilusiones de azules madrigales
para apagar los ecos de la angustia.
Vivir un clima meridiano de dulzura
sin temor a voces que enciendan las alertas,
es viajar con las manos ungidas de mercurio
por las cálidas vertientes de un vientre cargado de promesas.
Hay sueños que pintan dulce,
sueños donde brotan sin descanso la sed de los espejos,
tímidos paisajes engendrados por el brillo de las micas
y hasta lentos caracoles trepando a la deriva
por las dunas de tanta sutileza derramada.
Y es que allá,donde el viento se hace carne
y se abren los latidos de las rosas entre ortigas,
siempre habrá un rincón donde el sueño vierta el cáliz de su verso.
*Andros
Un honor para mí efectuar el primer comentario a este poema que a buen seguro recibirá muchos más por su calidad y belleza.
Me ha gustado mucho la parte final.
Un abrazo.
J. Manuel
Hay sueños que aceleran el curso de la sangre, que iluminan el cristal de la conciencia con el nácar errante de una estrella.
Obligado a dormir sobre el lecho del silencio
el tiempo se convierte en cera derretida,
y del norte cenital que encumbra su esperanza
emergen resonantes ilusiones de azules madrigales
para apagar los ecos de la angustia.
Vivir un clima meridiano de dulzura
sin temor a voces que enciendan las alertas,
es viajar con las manos ungidas de mercurio
por las cálidas vertientes de un vientre cargado de promesas.
Hay sueños que pintan dulce,
sueños donde brotan sin descanso la sed de los espejos,
tímidos paisajes engendrados por el brillo de las micas
y hasta lentos caracoles trepando a la deriva
por las dunas de tanta sutileza derramada.
Y es que allá,donde el viento se hace carne
y se abren los latidos de las rosas entre ortigas,
siempre habrá un rincón donde el sueño vierta el cáliz de su verso.
*Andros
Jose Luis, para mi tambien es una dicha comentar este poema que va despertando sutil entre las pupilas dejando el alma abierta a la entrega donde destila la fragancia calida del dulce espiritu de la palabra. El cierre es realmente exquisito y precioso.
Hay sueños que aceleran el curso de la sangre, que iluminan el cristal de la conciencia con el nácar errante de una estrella.
Obligado a dormir sobre el lecho del silencio
el tiempo se convierte en cera derretida,
y del norte cenital que encumbra su esperanza
emergen resonantes ilusiones de azules madrigales
para apagar los ecos de la angustia.
Vivir un clima meridiano de dulzura
sin temor a voces que enciendan las alertas,
es viajar con las manos ungidas de mercurio
por las cálidas vertientes de un vientre cargado de promesas.
Hay sueños que pintan dulce,
sueños donde brotan sin descanso la sed de los espejos,
tímidos paisajes engendrados por el brillo de las micas
y hasta lentos caracoles trepando a la deriva
por las dunas de tanta sutileza derramada.
Y es que allá,donde el viento se hace carne
y se abren los latidos de las rosas entre ortigas,
siempre habrá un rincón donde el sueño vierta el cáliz de su verso.
*Andros
Hay sueños que pintan dulce,
sueños donde brotan sin descanso la sed de los espejos,
tímidos paisajes engendrados por el brillo de las micas
y hasta lentos caracoles trepando a la deriva
por las dunas de tanta sutileza derramada.
Y es que allá,donde el viento se hace carne
y se abren los latidos de las rosas entre ortigas,
siempre habrá un rincón donde el sueño vierta el cáliz de su verso.
José Luis Preciados Galán,
Hermoso y sensible poema. Coincido con los demás poetas en que la última estrofa es la mejor. Las imágenes transmiten serenidad y dulzura.