¿A dónde te fuiste?
Buscarte es recordar aquella playa
mirando la ciudad desde tus ojos
y llenarnos los pies de arena.
¿En qué lugar tus lágrimas se esconden?
O quizá sigas aquí, invisible
para todos los que no sabemos amar.
(Junto a la ventana, un vaporizador
venido de la China, inútilmente intenta
elevar una nube de aceites esenciales
sobre nuestro desánimo,
pero su propio peso la hace caer,
inevitablemente,
una y otra vez sobre el escritorio).
¿Dónde estarás?
Insistentemente te busco,
persigo un rastro
en la mentira helada de las fotografías,
resbalando calle abajo por los adoquines
investigo el mensaje que me enviaste
hasta esta isla abandonada
y olfateo, desde mi anosmia,
como un sabueso desnortado
la sombra de una luz doméstica.
Hemos escrito cien poemas para recordar
y cien poemas más para olvidar.
¿En dónde la paz? ¿A dónde te fuiste?
Si acaso me rindiese, si virase mi rumbo
hacia los imaginarios charcos del pasado
y allí me extraviase sin remedio
recuérdame que estabas regresando,
que ibas camino de nuestra casa
cuando una noche sin farolas
vino a devastar el futuro.
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