A. Schopenhauer
I Felipe Fuentes García
Reniega de la luz el sol yacente
y el árbol que alza en duelo
azabaches al cielo
torna lo oscuro en cueva de repente.
Cae un alud de sangre, incandescente
quebranto de mi anhelo,
y un clamor en desvelo
arrecia en dos jaurías frente a frente.
Es el tiempo del ser aullando al mismo
jirón de luna atormentado,
su noche en pertinaz seísmo.
Y efigie añil de azor varado,
ante la hondura del abismo
ladro en mis perros, hoy, desesperado.
II Pablo Ibáñez
Jauría en mi interior, cuerpo yacente
enfrenta en serio duelo
la noche alta del cielo;
el alma pliega en ruina de repente.
La memoria —ceniza incandescente,
gatillo del anhelo—
dispara este desvelo:
el sueño y la verdad frente por frente.
Río de fe en cauce de ateísmo,
feliz payaso atormentado,
fragor de calma en el seísmo…
Así soy yo: nauta varado,
fiel de burbuja en el abismo,
vibrante de esperar, desesperado.