confites en la almohada, recuerdos,
que me reclaman que sueñe, y no
no puedo ahora dormir..
¡Como me duelen tus palabras!
Moribundas ilusiones quedan
luego que los perros de presa
han mordisqueado mi sentir.
Amanecerán mis ojos de buho
acunando tu imagen en hondas ojeras,
sin sentido...
Maricruz Díaz
28 enero 2009