Compañero qué belleza de poema.Julio Bonal escribió:Nunca fuimos felices. O sí. Y cuándo.
Decimos, fui feliz, o lo he sido. Hablamos
de serlo en el tautológico modo
de hablar, la voz, la boca, recosidas
oquedades, y por supuesto sin
tabla alguna en que verdadero o falso
llegue a ser real, y lo real
(deslumbrador palabro que ensombrece
lo humano), del tejido mismo
que enhebra el óseo caparazón
de labios carmesí. Vivimos
para ser, qué? De eternidad a eternidad,
las horas, paradoja indeclinable,
revelan ser inmensidades bárbaras
de humedales y prados al servicio,
pareciera, de los seres enclavados ahí.
Pero éstos son frágiles, los dobla
cualquier viento menor, y aun si eso pudiera
resultar en brillo que de vez en cuando nos ciegue,
la herradura del tiempo y el plomo del ayer
nos nutren de ponzoñas exquisitas
(ajenas por su especie al desvarío que bombea
los corazones), y los lastran,
incluso aquellos que, aun doblándose,
y por ello quizá, se volverán a erguir,
pues no hay horror en tales tierras y mares
que por los siglos sin mancillarlos pase.
Descubrir tus letras ha sido para mí un honor.
Gracias por escribir así.
Un abrazo grande.