Ventura Morón escribió:...
Te escribo mientras conduzco.
Estamos solos. Ronronea el motor retorcidas culpas
que se disuelven en músicas cuyos suspiros se filtran
desde lugares remotos
haciéndome flotar, para encontrarte.
Todo queda fuera, lejos
cajas de viviendas se suceden sedentarias,
agrupándose en la ladera que discurre desde este bordillo de urgencias
hacia el titilante vientre de una mar en calma.
Desde aquí, los paisajes cambiantes van mezclándose con los momentos vividos,
y te veo, ¡más que nunca!, en esta amalgama de curvas
que aglutinan el periplo de la vida.
Se establece un orden de entendimiento y armonía entre nosotros.
Quizás hoy seas más yo, reconstruido
en esta lucidez efímera.
Te abrazo un instante
mientras te bajas,
con la impresión de haberme escuchado
viajando a través de tu conciencia.
Y me voy solo,
mientras los otros yo vuelven a sus tumbas
cuyas lápidas
transparentes
están, siempre, abiertas.
.
.
.
Ay, amigo!! Menudo poemazo nos dejaste y yo me lo salté, intimista, confesional, sincero, todo lo imprescindible para iniciar un largo viaje por carreteras amables o inciertas.
"Cajas de vivencias" eso es la vida compartida.
Me gusta mucho, Ventura, es un grandísimo poema.
Un beso enorme.