Magia

[enrique sanmol]

No dejemos que las pinturas y el maquillaje sigan tapando la ignominia y el dolor... hagamos todo con tal de evitar cualquier maltrato, venga de donde venga, y castiguemos con toda la fuerza de la ley a los maltratadores.

Gran poema, Antonia, que logra trasmitir el problema con total crudeza y sensibilidad... y te lo dice alguien que piensa que esto de la violencia machista se está llevando por unos derroteros de arribismo político y oportunistas de pesebre que lo que pretenden es vivir del presupuesto público...

Un cordial saludo.

[Lunamar Solano]

Dolorosa realidad dibujan tus cuidados versos querida amiga...
Un gusto leerte...espero te encuentres bien de salud tú y los tuyos...
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[Antonia Mauro]

Este poema me atrapa, Antonia, por esa ternura que despliegas y por las sonrisas llenas de pintura con arte. Se necesita mucho arte para sonreír cuando te parten en dos, pero mucho, mucho.
Vuelve y trae sonrisas en el bolsillo.
Un abrazo.

¿Como en un atrapasueños? No sé porqué me gusta esa palabra y su significado: atrapasueños.

Pues aquí estoy, que yo cuando me llaman rauda y veloz.
Me alegra mucho que te haya gustado.
Un abrazo y sonrisas.

[javier eguilaz]

Mis hijos creen que soy maga,
como todos los niños supongo
-yo sin embargo me considero alguien del montón-
o tal vez sea una buena madre
o como casi todas las madres

entonces casi todas las madres son magas.

Mis hijos piensan que soy maga
porque los domingos les preparo su plato favorito
y porque les leo todas las noches “cañones y manzanas”, antes de dormir.

Pero si de verdad hay algo por lo que creen que soy una auténtica maga
es porque muchas veces puedo adivinar qué están haciendo
aunque nos encontremos en distinta habitación
(son años de experiencia conociendo sus ruiditos y sus pequeñas manías).

Mi madre también era maga.

Un día salvó a mi hermano: cuando estaba a punto de caer por la escalera,
apareció de la nada como supermán
y atrapándolo en el aire, lo salvó.

Y el día que me la encontré en la cocina temblando;
tenía los brazos cruzados y se apretaba fuerte
como cuando tienes mucho frío y necesitas que te abracen,
sangraba por la nariz y tenía los ojos muy negros,

-me dijo que se había dado con la esquina de la puerta-
pero yo pensé: las puertas no tienen esquinas.

Y entonces se metió en el baño y al cabo de un rato cuando salió,
apenas se le notaban los golpes en la cara

-se había maquillado con sus pinturas mágicas-.

Si los niños supieran que yo alguna vez también me golpeo con la esquina de la puerta
y que me sangra la nariz
igual dejan de creer en la magia

¡y son tan pequeños!

Mis hijos creen que soy maga.
No sé de dónde habrán sacado semejante tontería
si a menudo no consigo que salga ni media sonrisa de la chistera.

Sólo pañuelos llenos de mocos.

...

A todas las mujeres humilladas, maltratadas y asesinadas. A todos los niños que ven cómo sus madres se golpean contra las esquinas de las puertas.

Antonia, un fuerte achuchón de cariño a esas mamassss magas, que además hacen magia en muchas circunstancias.
También son magas de la palabra jugándolas en su conveniencia -como si nada- de la nada, como en un cuento que nunca se escribió.
besos mágicos donde apoyar y descansar, la chistera.
salud!
suerte
y sé feliz
cuídate