Aves de escritorio VII (Lluvia de plumas)

[Ricardo López Castro.]

...

[Ricardo López Castro.]

El hombre avanza por la Tierra.
Y cada huella guarda un manifiesto,
y cada manifiesto significa
las mieles del destino.

Porque, al fin y a la postre,
si existieran preguntas
ingeniosas,
¿qué demonios haríamos aquí?

Milenios y milenios,
de religión, doctrinas y enseñanzas.

El hombre avanza por la arena,
sus partículas -¿Del hombre o de la arena?-
van dejando señales
que el viento absorberá.

¿De qué sirve el amor habiendo guerra?

Defiendo siempre a muerte,
mi ideal de mujer.
Aún no le he puesto nombre,
ya se me ocurrirá
cuando me deshaga de mi armadura.

El hombre que camina sobre barro, ¿se mancha?

Preguntas para huir
del ridículo.

Los poetas auténticos son poetas de otros
poetas.

El hombre que capta la belleza de lo incierto,
sabe que las preguntas
son infinitamente
más válidas que las respuestas.

Así pues, la poesía
será mi religión.

El hombre camina sobre el agua, ¿quién dice que se hunda?

Esto no es un texto filosófico.

"Esto es un poema, quizá de otro poeta,
quizá de un alma afín,
quizá de los poetas que andan ya sobre el cielo."

[Rafel Calle]

Arriba con este bello e interesante trabajo, amigo Ricardo.
Abrazos.

[Ricardo López Castro.]

Mil gracias Rafel.
Abrazos y felicidad, amigo mío.