En el Hospital

[Ángeles Hernández]

Suscribo todo lo que han dicho otros compañeros. El poema es duro pero cargado de gran lirismo. Y tus aclaraciones siempre son un lujo.
Felicidades y un abrazo.

[F. Enrique]

Gracias, Xaime, los poemas reivindicativos siempre son complicados, necesito pensar un poco para no desviarme y caer en una crítica descerebrada en su pasión, pienso en la línea militante que se impuso en el pop rock británico a principios de los 70 en la que destacaban Bowie, Genesis y Pink Floyd, ellos, y no siempre, encontraron la medida, mensajes punzantes que a toda velocidad cruzaban las paredes de una canción. Lo importante no era la perfección de la obra sino que la idea que se intentaba transmitir llegara con fuerza y ganara adeptos.

Un abrazo.

[F. Enrique]

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Es difícil, Armilo, saber de dónde nos viene esa maldita costumbre de minusvalorar lo que nos viene de dentro y perder la cabeza por todo lo que nos llega de fuera. Yo pienso que un grupo como Los Rodríguez es uno de los más grandes que han existido y que su calidad musical estaba reforzada por unas letras sencillas, directas, estamos hablando de rock, pero de una gran calidad y muchas veces comprometidas. Estoy a tu lado, es hora de que saquemos pecho por lo bueno que tenemos.

Muchas gracias. Un abrazo.

[F. Enrique]

Cada comentario debe ser como una oración, Rafel, no hemos cambiado de época, desde mi punto de vista, a pesar de Internet, seguimos rellenando cuestionarios, volviendo mañana, recorriendo los pasillos de un entramado administrativo guiados por un poeta cegado por la luz. Al menos podemos denunciar tanta patraña que se creía superada sin miedo a que nos metan en prisión, aunque tanta falta de comunicación se hace más grave cuando se trata de cuidar a un enfermo.

Muchas gracias. Un abrazo.

[F. Enrique]

Muy buen poema. Me ha encantado leerlo. Abrazos.

Gracias, Ramón, por tus palabras.

[F. Enrique]

F., el poema y la música que lo acompaña, la mùsica y el poema que le va como anillo al dedo, el binomio que forman, un todo que parece indivisible.
Quien ha pasado por una situación similar, se reconoce, quien no, puede abrir los ojos.
Transmitir de esta forma, la manera ( aunque existan excepciones) en la que el personal de los hospitales lleva hoy en dìa su tarea - me refiero- a poder hacerlo en forma poètica y al mismo tiempo tan real, moviliza.
Mal de muchos, consuelo de tontos, reza el dicho, aunque no es consuelo ver que la falta de humanidad es algo que trasciende fronteras .
Volviendo al poema, ha sido muy grato el encuentro con él , con su voz, y con esa alusión final a Conrad, que potencia su contenido.

La gente se acostumbra a vivir entre el dolor y la muerte, Luna.

Muchas gracias.

[F. Enrique]

Un poema que me ha gustado leer. Bueno, me ha gustado leer también los interesantes comentarios. Este poema tiene razón y causa, además de un profundo dolor poético.

Gracias, Óscar, por tus palabras.

[F. Enrique]

He leído un excelente poema, Enrique. Es un poema que parecen dos, las dos partes me gustan, no sabría decirte cual me agrada más. Acertadas y brillantes imágenes, pese al tono "oscuro" del poema.

Gracias, Ramón.

[F. Enrique]

Magnífico poema, F. Enrique:
Logras un alto grado de lirismo incluso en un tema tan fuerte como es el hospital.

Gracias, Ana, por tus alentadoras palabras.

[F. Enrique]

Estimado Enrique,

Veo lirismo incuestionable en tus letras y las viñetas de las escenas del hospital son un agasajo visual.

Gracias, Javier.

[F. Enrique]

Suscribo todo lo que han dicho otros compañeros. El poema es duro pero cargado de gran lirismo. Y tus aclaraciones siempre son un lujo.

Muchas gracias, Ángeles.

[Pablo Sales]

Como, por desgracia, asiduo del hospital, no puedo por menos que agradecer infinitamente este poema tuyo, que muestra hasta el infinito la catarata de sentimientos que allí nos invade. Es un trabajo magnífico. Gracias por ello Enrique

[enrique sanmol]

Mi familia materna es de orígenes gallegos, pero terminaron recalando en Estepona y, de allí, en Melilla donde nacieron mis cuatro hermanos... Es curioso que, sin embargo, yo nunca haya visitado el norte de África, a pesar de las historias que me contaban mis abuelas y tías. Se trata de una asignatura pendiente para mí que espero saldar algún día. Digo todo esto porque las historias de cruce de civilizaciones en Melilla (moros, cristianos y judíos) aún permanecen en mi memoria. No conozco la sanidad ceutí, pero al leerte llego al convencimiento de que la igualdad entre distintos ha llegado al absurdo (y la deshumanización) del servicio de mínimos y la indiferencia. Si visitar un hospital puede resultar traumático por las circunstancias, está claro que la falta de empatía de los profesionales no hace más que empeorarlo, y así siento el talante de tu poema... Versos grandes, como siempre.

Enhorabuena y un cordial saludo.

[F. Enrique]

Como, por desgracia, asiduo del hospital, no puedo por menos que agradecer infinitamente este poema tuyo, que muestra hasta el infinito la catarata de sentimientos que allí nos invade. Es un trabajo magnífico. Gracias por ello Enrique

Gracias, Pablo, por estas palabras que me ofreces.

[F. Enrique]

No conozco la sanidad ceutí, pero al leerte llego al convencimiento de que la igualdad entre distintos ha llegado al absurdo (y la deshumanización) del servicio de mínimos y la indiferencia. Si visitar un hospital puede resultar traumático por las circunstancias, está claro que la falta de empatía de los profesionales no hace más que empeorarlo, y así siento el talante de tu poema...

Tampoco yo la conocía hasta la hospitalización y muerte de mi padre. Se me quedó una visión muy negativa, para hablar y no parar.

Muchas gracias, Enrique.