
disuadirme de dios -Un momento, nadie más tiene vela en este entierro-.
Mi escritura es como si no existiera. Es más, pasa de todo.
No estoy hablando del libre albedrío -¿Quién demonios sabe de libertad, de mandamientos?-
Ni siquiera el dios que fui daba órdenes.
Ahora ya nada me controla.
Mis impulsos, reducidos a la nada.
"Si solo fuese dios no sabría por dónde van los tiros.
Mis síntomas rompieron todas las reglas."
"Me guío por mis propias paranoias,
y mis delirios son su consecuencia."
"Esto es, gracias a ustedes, he aprendido a amar absolutamente todo lo que escribo.
A creérmelo.
Antes, ponía las manos en el fuego por mis teorías.
Ahora, digamos que encuentro lógica en sus investigaciones:
Nadie ha indagado en mí."