Tu amor,
amor de vuelo y sentimiento,
no se amasa con la arcilla del lazo insobornable
ni se acuesta con la luna
para gozar del ardor de su boca iluminada.
Tu amor
siempre abierto a los soles que le siguen,
harto de danzar sobre el afilado borde de una esquina,
ya no va poniendo sortijas en los dedos
ni desnuda corazones solitarios
sin dolerle el llanto que produce la amargura.
Tu amor,
viento líquido que hierve por los caminos de la sangre,
único oasis donde reverberan marañas cenicientas,
jamás podrá plegar las alas de su canto
sin dejar que tu frente piense estrellas.
Sin tu amor
los ríos se desbordan de lágrimas mortales,
y su desesperado eco penetra el vientre de la tierra
cuando no se escuchan palabras de esperanza.
*Andros
