Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Eduardo Díaz escribió:Amigo José Manuel, un poema que eleva su vuelo en la medida que desarrolla el tema con un espléndido final. La manera de escribir, tan personal y a la vez profunda, hace a la lectura una experiencia de vida. Un placer haber llegado hasta estos versos. Un abrazo, Eduardo
aubriel escribió:José Manuel Sáiz escribió:.
Compañía
Nunca olvido a un compañero.
Ni permito
que su espíritu me abandone.
.
Mi perro era grande
y noble; y sobrevivía conmigo a los inviernos.
A las tardes, a menudo, íbamos al monte
y a los bosques, y le gustaba como a mí
compartir la soledad.
Recuerdo que aquel perro
y la soledad de la tarde
colmaban de paz mi corazón.
En mi pueblo el invierno
es oscuro y gris como una noche oscura. Y largo.
Más largo que la noche.
Mi perro ya no vive.
Pero los inviernos siguen siendo largos
y oscuros como la noche.
Ya no subo al monte para ver
cómo de pequeño se hace un pueblo en el camino;
ni busco aquel pretexto
que me obligue a compartir la soledad.
Por eso
no sé si el rocío tiembla aún en el matorral
o si el sendero es húmedo y frío como entonces.
Sólo la costumbre y algunos libros
adormecen la nostalgia de mi corazón.
Frente a la ventana que se abre al norte
la melancolía, a veces, se derrama.
No quiero subir más al monte y sentir
al bosque y a la niebla juntos.
No quiero andar hacia lo lejos y dejar en el camino
un rastro sin compañía.
Un perro es más que un pretexto.
Aquel perro era grande y noble.
Y yo soy de aquellos hombres
que nunca olvida a un compañero
(por muy largos y oscuros
que se vuelvan los inviernos).
--oOo--
José Manuel, me emociona mucho este poema. Mucho.
Un placer volver a leerte.
Besos y felicitaciones.
Rafel Calle escribió:Un hermoso poema, querido amigo José Manuel, que ha sido un placer leerte.
Feliz Navidad.
Un fuerte abrazo.
