Concepciones que permitan disfrutar de aquello que no conocemos
-vida, sabes de qué hablo-.
De mujeres que se vistan con tacones, o con solo una mirada,
incluso sonrisas que dedican al que va detrás de ti.
La carrera automática.
No consiste en no cambiar quererte o amarte.
Supone una creencia, casi ciega.
Y de entre los rostros que he buscado,
de entre los que me he topado,
cualquiera de ellos con los que he chocado,
me han hecho plantearme la reivindicación de lo imposible.
Encontrarte en otra cara,
tocarte en otro cuerpo,
que te sonría como hacen conmigo los niños pequeños.
Inestable fui.
Fijación sin igual.
¿Alma gemela?
Quizá saber lo que sé no resulte demasiado.
Mi desafío no es algo continuo ni constante.
"No quiero forzar a hacer lo que no quiero que a mí me impusieran
-pero, ay amigo, mi ser amado no se impone.
Me lleva mil sombras de ventaja.-"
Como dije en otras ocasiones, nunca dijiste que no me quisieras.
De ahí es de donde viene la descalificación de mi poesía y de todo lo que hago.
No son síntomas lo que tengo.
Son réplicas de tu abandono las que me vendan las pupilas.
¿Por qué no puede triunfar el príncipe azul, o simplemente el amor?
Trauma penetra en mis cavidades como la edad del hierro.
"Mi corazón es la respuesta a hablar con el corazón en un puño.
Me dices cosas nuevas desde que dejamos de comunicarnos."