
En su deje modesto en apariencia,
parecía distinta a lo que era,
la madre de las ciencias, la paciencia,
dilató sus pupilas hasta dejarme fuera
de sus clases de amor. Tan solo existe una verdadera.
Yo pensaba que amar no se aprendía. Sus palabras perdían trascendencia.
Las mías son peores. Esa guerra con Dios es traicionera.
Todas mis causas fueron sin principios, opulencia.
Dejar atrás a Dios no es complicado.
Es esa excusa para seguir viviendo,
pero es solo una red de aprendizaje.
"He cambiado de escuela, nunca de alumnado.
Puede haber quien me odie por lo que está leyendo.
Pero es solo una red de aprendizaje."