Ana García escribió:Anoche
cuando más me dolía la calma externa,
la calma de la calle,
la calma del gato que parte su asfalto,
la calma de las voces del mundo,
la calma de nuestra estrella
[tab=30]maldita sea mi estrella
anoche, decía, me corté las venas,
sin gritar,
sin calcular dolores ni esquelas,
con calma,
con gran calma.
Anoche ovalada y caliente
vi el lirio hediondo de su cara:
he soñado que mi padre
ponía sus ojos en mis genitales.
He soñado que patinaba
sobre una metáfora-estepa
compleja y nevada.
He soñado en la caja de todos los hombres
y sumaba números próximos al infinito.
Lirio hediondo:
has contaminado
[tab=30]tú lo sabes
los arrabales de mi cordura.
Y ahora sé
que hay cosechas que nunca
podrán ser recogidas.
Anoche cantaban los muros
en la apariencia de una molécula
de sí o no
[tab=30]—plana y enferma—
que aventaja a los niños
sus sapos mareados
por remolinos de aguas duras.
Contra los muros se agolpan
mis venas abiertas
cientos de miles de millones
de millones de miles de cientos
de lamentos rojos y tiernos.
Muy logrado poema, Ana. En un estado de calma ( Quiza disociacion) se corta para sentir ( quiza otro dolor). Es sin duda uno de los poemas de grave belleza,. Mi admiracion y respetos, poeta. ERA