Undécima estación: Jesús promete su Reino al buen ladrón
(Francisco de Quevedo, Sonetos)
escolta injusta pena y penas tales
que, al fin, si tres sus males son iguales,
divergen sus motivos y valores.
¿Quién es éste que, verde de estertores,
en trance de herrumbrosos manantiales,
va prometiendo auroras boreales
y alientos disemina salvadores?
Uno estalló, galope hacia los truenos;
otro se fue flotando azul arriba;
los tres, helicoidales torbellinos.
Verso que vas: tachado entre los buenos;
verso que vienes: salvo de la criba;
poema en tensoriales desatinos.
