La llamada prohibida

[Iván M. M.]

Disfracé a otras mujeres de ti en mis horas más bajas
con insípidos “te quieros” de seis de la mañana.
Me abofetearon por referirme a ellas con tu nombre
y eyaculé por compromiso, no por complacencia
Poniendo parches efímeros en la grieta de tu ausencia.

Con la falsa seguridad que me otorgó la ginebra
marqué tu teléfono temblando de impaciencia
y como un maldito cobarde, colgué sin más…
porque en el fondo de mi absurda insistencia
nunca creí en las segundas partes, a decir verdad.

[E. R. Aristy]

Disfracé a otras mujeres de ti en mis horas más bajas
con insípidos “te quieros” de seis de la mañana.
Me abofetearon por referirme a ellas con tu nombre
y eyaculé por compromiso, no por complacencia
Poniendo parches efímeros en la grieta de tu ausencia.

Con la falsa seguridad que me otorgó la ginebra
marqué tu teléfono temblando de impaciencia
y como un maldito cobarde, colgué sin más…
porque en el fondo de mi absurda insistencia
nunca creí en las segundas partes, a decir verdad.

Debes firmar tu nombre Iván porque has recreado con arte el zumo de una separación, un disgusto quizá, una genuina escena de amor. ERA

[Carmen Parra]

Me sumo al comentario de Era
Un poemazo con una gran carga emotiva de amor, deseo y temor a esas segundas partes, que por cierto
nunca fueron buenas
Me ha gustado muchísimo
Un abrazo
Carmen