La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
“Y si la mala suerte acaba con mi vida
dentro de una tumba mal cavada,
acuérdate de toda nuestra dicha;
no olvides que yo te amaba”.
(John Cornford - Traducción Javier Reverte)
Si muero en la oscuridad de tu memoria
y una carta sombría
te entrega un verso libre, apasionado, largo
que quede entre mis labios, la pluma y el olvido
que cubra tu mirada,
si la tinta se vierte en tu almohada incierta
y empapa el resplandor solo y oscuro
que lloran las ruinas
de aquellos brigadistas que cantaban
rotos en un barranco, arrinconados
entre el polvo, las balas, el destino,
la honda soledad de las literas
que acarician los sueños perdidos en la noche
y el ligero vagar de tu cintura ardiente.
Recuerda que pensaba en ti
cuando asomó la Muerte
con prisas en su túnica abierta y arbitraria
hundiendo mi herida de un amor
en los olivos
para que te abrazara como en los días dichosos
en una tierna y dulce despedida
y paseara por las calles largas de tus ideas
con mi nombre yaciendo en una flor marchita
en una espera hermosa y devastada.
Última edición por F. Enrique el Jue, 02 Jun 2022 6:32, editado 2 veces en total.
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Toda verdad corre el riesgo de ser modificada por el tiempo.
cuando vivir era un pecado,
un cilicio sujeto a la ceniza posada en tu frente,
el estigma de un amor que nunca abandonó
las pulsaciones nerviosas de tu pecho
ni el bálsamo de luz que me turbaba en tu mirada.
(Playa de la Almadraba)
Me encanta ese éter melancólico que derramas en el lienzo de tus poemas, F. Enrique, es tan delicado como exquisito y deja siempre en el aire el perfume de todas las nostalgias.
La primera tarea del poeta es desanclar en nosotros una materia que quiere soñar.
Gastón Bachelar.
Hermoso, entrañable, emocionado y emocionante homenaje poético a la memoria de todos aquellos VALIENTES brigadistas.
Por desgracia, el mundo actual no da pie que surjan seres humanos de esa categoría.
Todo un placer la lectura de este magnifico texto, amigo Enrique.
Muchas gracias, Pilar, por la amabilidad que siempre me muestras. Quisiera aclararte que John Cornford era un brigadista inglés y un poeta más que prometedor que murió entre los olivos de Lopera al día siguiente de cumplir 21 años, como los pocos que vinieron de su procedencia era culto, valiente e idealista. En su debe podemos poner que era estalinista, pero no había información fiable de los crímenes del implacable zar rojo por aquel entonces, y aquellos jóvenes revolucionarios lo veían como un patriarca que encabezaría una marcha hacia un nuevo orden mundial más justo e igualitario.
Un abrazo.
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Toda verdad corre el riesgo de ser modificada por el tiempo.
cuando vivir era un pecado,
un cilicio sujeto a la ceniza posada en tu frente,
el estigma de un amor que nunca abandonó
las pulsaciones nerviosas de tu pecho
ni el bálsamo de luz que me turbaba en tu mirada.
(Playa de la Almadraba)
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Toda verdad corre el riesgo de ser modificada por el tiempo.
cuando vivir era un pecado,
un cilicio sujeto a la ceniza posada en tu frente,
el estigma de un amor que nunca abandonó
las pulsaciones nerviosas de tu pecho
ni el bálsamo de luz que me turbaba en tu mirada.
(Playa de la Almadraba)
Ya sé, Carmen, que me sentiría halagado, somos humanos, con lo que me dices, pero lo que realmente me sorprende es como lo dices, con una ternura y concisión que es en sí mismo poesía.
Muchas gracias. Un abrazo.
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Toda verdad corre el riesgo de ser modificada por el tiempo.
cuando vivir era un pecado,
un cilicio sujeto a la ceniza posada en tu frente,
el estigma de un amor que nunca abandonó
las pulsaciones nerviosas de tu pecho
ni el bálsamo de luz que me turbaba en tu mirada.
(Playa de la Almadraba)
Creo, Ferreiro, que el mundo va mal, aun así debemos reconocer que entonces iba peor. Las Democracias occidentales, exceptuando a Francia durante un breve período, dieron la espalda a la errática República española, y estos muchachos, ideológicamente equivocados muchos de ellos, mostraron un arrojo en la defensa de la libertad, un entusiasmo y una generosidad que aún emocionan. Nada mide tan bien a los hombres como su actitud en las situaciones límites.
Muchas gracias. Un saludo.
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Toda verdad corre el riesgo de ser modificada por el tiempo.
cuando vivir era un pecado,
un cilicio sujeto a la ceniza posada en tu frente,
el estigma de un amor que nunca abandonó
las pulsaciones nerviosas de tu pecho
ni el bálsamo de luz que me turbaba en tu mirada.
(Playa de la Almadraba)
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Toda verdad corre el riesgo de ser modificada por el tiempo.
cuando vivir era un pecado,
un cilicio sujeto a la ceniza posada en tu frente,
el estigma de un amor que nunca abandonó
las pulsaciones nerviosas de tu pecho
ni el bálsamo de luz que me turbaba en tu mirada.
(Playa de la Almadraba)
Enrique un entrañable y bello homenaje poético haces con tus versos a aquellos hombres que lucharon por la libertad en un tiempo tan terriblemente fatídico.
Un gran homenaje a aquellas personas que dieron su vida por un ideal de un mundo mejor, contra el fascismo que comenzaba su reguero de odio y muerte. Mis aplausos, amigo. Un abrazo.
Gracias, Celia, es un placer recibir tus palabras, saludarte de nuevo.
Un abrazo.
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Toda verdad corre el riesgo de ser modificada por el tiempo.
cuando vivir era un pecado,
un cilicio sujeto a la ceniza posada en tu frente,
el estigma de un amor que nunca abandonó
las pulsaciones nerviosas de tu pecho
ni el bálsamo de luz que me turbaba en tu mirada.
(Playa de la Almadraba)