la raza, el estatus social,
la tendencia sexual;
miraros al espejo durante un minuto
y reflexionar respecto a lo que veis.
Alejandro Costa
Como una hoja herida en otoño,
un río sin agua en sus cauces;
como un lucero cuando se apaga y duerme,
una lluvia brava arruinando los pétalos de las flores;
como un alma en cautiverio,
la rebeldía de una boca repleta de vacío,
un estómago que no entiende la falta de visitas;
como un ayer sin hoy,
un hoy sin mañana,
un mañana sin futuro;
como esa voz que tanto necesitas,
y ese silencio que se apodera de tu soledad;
esa llama que se apaga sin remedio,
una lágrima sin camino que recorrer;
como esa luz que nunca te llega,
la sangre como único tatuaje de piel;
tantas miradas obscenas,
las venas marcadas por el odio,
el cielo en constante tormenta,
el corazón encogido,
la vida a golpes de terremoto.
El negro sangra,
el pobre sabe reír,
el vagabundo respira,
el musulmán siente,
el ciego ve,
el tullido se mueve,
el homosexual ama.
Todos necesitamos vivir…
…todos nos reflejamos en el cristal.
Y hasta el rico muere.
¿Os mirasteis en el espejo?