El día que Casanova no pudo concluir sus memorias

[Ramón Carballal]

Se acaba.
Se acaba el terrible mundo, la fidelidad.

Tantos son los espejos,
tanta la luna entre las lunas,
tanto el visor del tiempo sin medida.

Aprendí en la niñez a cortejar las lágrimas del impúber,
mi verdad reluce en la estrategia de los monasterios perdidos,
mi voz ausculta los pétalos de la nieve
como un tobogán de sombras.

La carne es un paraíso, la ciencia, el orgullo,
la idiosincrasia de la cábala, las águilas de la divisa
deslumbran en los ebrios días de la incertidumbre.

Quiero una razón que privilegie la raíz:
busco la huella del alma
en los círculos de la pasión.

Supe de mi artera lengua que no fracasó jamás,
nada en mí desconoce lo humano,
cenizas en cuencos de alabastro,
ojos que sufren el yugo del ansia,
epístolas que descubrieron los laberintos sin rigor
de las infinitas patrañas.

La pluma se agosta en la oscuridad,
entre libros innombrables mi historia no vence a la noche.

En todos los relojes el perfil del amante se desdobla,
ya los cirios escupen su idolatría,
y no soy yo quien escribe sobre mí;
sí soy el mito doloso de la oscura nostalgia
en los deseos amputados por la herida.

[Carmen Pla]

Una maravilla de poema, Ramón.
Me gusta la fuerza de tu lenguaje, tiene un poder creador óptimo y anímico que refleja lo ingenuamente primitivo.
Olé tu maravillosa inspiración.
Abrazos y felicidades.

[Bruno Laja]

Es una maravilla. Me resulta admirable cómo urdes en torno para lograr un epicentro;cómo usas la personalidad, no como pretexto sino como matriz de un conocimiento trascendente.Es un poema místico, hipnótico.
Un placer,Ramón.
Abrazos.

[Pilar Morte]

Hurgas en la vida, en las relaciones, en ti mismo. Un poema muy hermoso. Felicidades.
Besos
Pilar

[Ramón Carballal]

Una maravilla de poema, Ramón.
Me gusta la fuerza de tu lenguaje, tiene un poder creador óptimo y anímico que refleja lo ingenuamente primitivo.
Olé tu maravillosa inspiración.
Abrazos y felicidades.

Muchas gracias, Carmen, por tus generosas palabras. Un fuerte abrazo.

[Armilo Brotón]

Brillante, ilustrativo, jugoso poema para disfrutar de varias lecturas. Gracias Ramón por compartirnos tu universo; tan particular y emocionante. Es un poema que, desde el simbolismo exquisito, la mente interpreta como una parte de nosotros, enlazando nuestros sentidos con ese arquetipo que tan bien has desarrollado en tu obra.
Un abrazo

[Ramón Carballal]

Es una maravilla. Me resulta admirable cómo urdes en torno para lograr un epicentro;cómo usas la personalidad, no como pretexto sino como matriz de un conocimiento trascendente.Es un poema místico, hipnótico.
Un placer,Ramón.
Abrazos.

Gracias, Bruno, por tu lectura y generoso comentario. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Hurgas en la vida, en las relaciones, en ti mismo. Un poema muy hermoso. Felicidades.
Besos
Pilar

Gracias, Pilar, por leerme y comentar. Un beso.

[Ventura Morón]

Que riqueza de significados y de léxico querido amigo. Se disfruta y se agradece poder entrar en este hermeoso poema.
Fuerte abrazo, enhorabuena

[Ramón Carballal]

Brillante, ilustrativo, jugoso poema para disfrutar de varias lecturas. Gracias Ramón por compartirnos tu universo; tan particular y emocionante. Es un poema que, desde el simbolismo exquisito, la mente interpreta como una parte de nosotros, enlazando nuestros sentidos con ese arquetipo que tan bien has desarrollado en tu obra.
Un abrazo

Gracias, Armilo, por el amable comentario. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Que riqueza de significados y de léxico querido amigo. Se disfruta y se agradece poder entrar en este hermeoso poema.
Fuerte abrazo, enhorabuena

Gracias, Ventura, por tu lectura y palabras. Un abrazo.

[Antonia Mauro]

Se acaba.
Se acaba el terrible mundo, la fidelidad.

Tantos son los espejos,
tanta la luna entre las lunas,
tanto el visor del tiempo sin medida.

Aprendí en la niñez a cortejar las lágrimas del impúber,
mi verdad reluce en la estrategia de los monasterios perdidos,
mi voz ausculta los pétalos de la nieve
como un tobogán de sombras.

La carne es un paraíso, la ciencia, el orgullo,
la idiosincrasia de la cábala, las águilas de la divisa
deslumbran en los ebrios días de la incertidumbre.

Quiero una razón que privilegie la raíz:
busco la huella del alma
en los círculos de la pasión.

Supe de mi artera lengua que no fracasó jamás,
nada en mí desconoce lo humano,
cenizas en cuencos de alabastro,
ojos que sufren el yugo del ansia,
epístolas que descubrieron los laberintos sin rigor
de las infinitas patrañas.

La pluma se agosta en la oscuridad,
entre libros innombrables mi historia no vence a la noche.

En todos los relojes el perfil del amante se desdobla,
ya los cirios escupen su idolatría,
y no soy yo quien escribe sobre mí;
sí soy el mito doloso de la oscura nostalgia
en los deseos amputados por la herida.

Un pedazo de poema Ramón.

Un saludo.

[Lunamar Solano]

Un canto íntimo y vibrantemente sensible querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[Guillermo Cumar.]

Ramón que el mundo no se acaba y que tenemos mundo para un rato aunque no sabemos lo que viene luego, es decir cuando uno muere.
Los eufemismos no se prestan a que la clave de la vida tiene un fin bueno.

Los eufemismos no tienen ojos para ver atrás. La fe de Casanova no tiene remedios para entrar en las oscuras
misiones de las recalcitrantes nostalgias que ponen fin a tu poema ilustre.

Un abrazo

[Ramón Carballal]

Se acaba.
Se acaba el terrible mundo, la fidelidad.

Tantos son los espejos,
tanta la luna entre las lunas,
tanto el visor del tiempo sin medida.

Aprendí en la niñez a cortejar las lágrimas del impúber,
mi verdad reluce en la estrategia de los monasterios perdidos,
mi voz ausculta los pétalos de la nieve
como un tobogán de sombras.

La carne es un paraíso, la ciencia, el orgullo,
la idiosincrasia de la cábala, las águilas de la divisa
deslumbran en los ebrios días de la incertidumbre.

Quiero una razón que privilegie la raíz:
busco la huella del alma
en los círculos de la pasión.

Supe de mi artera lengua que no fracasó jamás,
nada en mí desconoce lo humano,
cenizas en cuencos de alabastro,
ojos que sufren el yugo del ansia,
epístolas que descubrieron los laberintos sin rigor
de las infinitas patrañas.

La pluma se agosta en la oscuridad,
entre libros innombrables mi historia no vence a la noche.

En todos los relojes el perfil del amante se desdobla,
ya los cirios escupen su idolatría,
y no soy yo quien escribe sobre mí;
sí soy el mito doloso de la oscura nostalgia
en los deseos amputados por la herida.

Un pedazo de poema Ramón.

Un saludo.

Gracias, Antonia. Me alegra que te haya gustado el poema. Un saludo cordial.