Lo que soy

[María Inés Iacometti]

No me ciñas al cristal de algunas lágrimas
que libre
puedo enseñarte las notas del alba.

No elijas mecerte en los recuerdos templados del olvido
que puedo plegar mis alas
y ya no volar en tus sueños.

No me prives del beso de tu aroma,
que no soy ángel
y no puedo disiparme entre las sombras.

Dejá que sea la esencia del sol en tu mirada
que tengo luz de mediodía
en la piel en las entrañas.

Mis manos errantes no hallan más camino
que la brisa de tus brazos
y me renuevo en las aguas de tus sienes,
en tus descansos.

Estoy a tu lado aún sin pronunciarme
y cosecho corales azules
para ofrendártelos.

No me erijas un altar
ni intentes siquiera enmarcar mi retrato
que soy un ave plena, soy mujer,
y elijo, cada día, tu regazo.

[Hallie Hernández Alfaro]

Precioso, delicado, emocionante.
Es un poema donde la capacidad de amar extiende alas y propósitos.

Gracias por compartir, María Inés; un abrazo fuerte.

[María Inés Iacometti]

Precioso, delicado, emocionante.
Es un poema donde la capacidad de amar extiende alas y propósitos.

Gracias por compartir, María Inés; un abrazo fuerte.

Gracias a vos Hallie, por pasar por estas palabras, estas emociones y este propósito de libertad que intenta ser.
Un abrazo grande.

[Rafel Calle]

Bello y apasionado trabajo, amigo María Inés.
Abrazos.