Y aura blanca y gota de rocío.
________________________________
Sé que estoy enamorado,
porque me lo dice el alma
y siento en el corazón.
Sé que estoy enamorado,
porque me emociono cuando
toco mi guitarra y leo
rimas de Gustavo Adolfo
Bécquer y oigo música
de Mahler…
y veo a las primillas y
a los vencejos volar
desde mi balcón.
Sé que estoy enamorado,
porque no existen burletes
en mi pecho ni barreras
que me paren, ni fronteras
que limiten lo que siento,
ni murallas que no salte…
ni bramantes que me ahoguen
ni lianas que me líen
ni cadenas que me aten.
Sé que estoy enamorado
porque me inundo de luz
cuando miro las estrellas,
y de paz, cuando contemplo
el ocaso iridiscente
de la tarde….
y me sublimo al oler
el perfume de los lirios
y las rosas.
Sé que estoy enamorado,
porque lo noto muy dentro
y mis ojos brillan cuando
me levanto… porque ya
no tengo abrojos ni dudas
como antes…
¡oh sí, tengo la certeza
de estar enamorado
porque oigo
campanillas en mi pecho
y rapsodias en mi alma,
y me elevo con las alas
de tus versos y me hago un
copihue cuando pienso en
ti… y arcoíris en la paz
de tu mirada…
y aura blanca en tu frente
y gota de rocío sobre
el nácar de tu cara!
¡Qué curioso es, que me sienta
enamorado, cuando no
me queda tiempo y las fuerzas
me abandonan…
y mi cuerpo se marchita
como la hiniesta del campo…
qué grato navegar por las
aguas de tus mares…
y sentir el dulce encanto
del milagro del amor…!
________________________
Autor: Francisco López Delgado.
Derechos reservados.
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Sé que estoy enamorado,
porque me lo dice el alma
y siento en el corazón.
Sé que estoy enamorado,
porque me emociono cuando
toco mi guitarra y leo
rimas de Gustavo Adolfo
Bécquer y oigo música
de Mahler…
y veo a las primillas y
a los vencejos volar
desde mi balcón.
Sé que estoy enamorado,
porque no existen burletes
en mi pecho ni barreras
que me paren, ni fronteras
que limiten lo que siento,
ni murallas que no salte…
ni bramantes que me ahoguen
ni lianas que me líen
ni cadenas que me aten.
Sé que estoy enamorado
porque me inundo de luz
cuando miro las estrellas,
y de paz, cuando contemplo
el ocaso iridiscente
de la tarde….
y me sublimo al oler
el perfume de los lirios
y las rosas.
Sé que estoy enamorado,
porque lo noto muy dentro
y mis ojos brillan cuando
me levanto… porque ya
no tengo abrojos ni dudas
como antes…
¡oh sí, tengo la certeza
de estar enamorado
porque oigo
campanillas en mi pecho
y rapsodias en mi alma,
y me elevo con las alas
de tus versos y me hago un
copihue cuando pienso en
ti… y arcoíris en la paz
de tu mirada…
y aura blanca en tu frente
y gota de rocío sobre
el nácar de tu cara!
¡Qué curioso es, que me sienta
enamorado, cuando no
me queda tiempo y las fuerzas
me abandonan…
y mi cuerpo se marchita
como la hiniesta del campo…
qué grato navegar por las
aguas de tus mares…
y sentir el dulce encanto
del milagro del amor…!
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Autor: Francisco López Delgado.
Derechos reservados.
