Mientras te observo

[M. Sánchez]

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[Silvia Savall]

Mientras te observo aquí tan cerca,

y estás desnuda,

y te has puesto las gafas de material nocturno

con tu química inmóvil en balcones llovidos,

puede que ante palabras

que son escaparates a las velocidades de la luz,

leyendo junto a mí,

no sé de qué manera dispuesta a rescatar de cada página



su tejido enigmático,

desprovista de toda imagen fatua,

se me ocurre pensar

que Wittgenstein

no se refiere a la eternidad únicamente

como entidad vivida en el instante,

como materia espacio-fin,

sino también al mundo que imaginas

hecho de intimidades y fronteras

donde se va escribiendo

todo lo que después nos queda entre la vista.

Y tú sigues montando en bicicleta

en esas horas en las que sale el sol como dañado y niño,

y besándome luego cuando vuelves del opio

antes de darte un baño

y ofrecerme tu cuerpo ateniéndote siempre

a esa piel verdadera.

Es un gusto abrir este poema.
El amor se palpa en cada verso.
Me ha encantado compañero.
Un abrazo.