Cordones de veredas
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
- Josefa A. Sánchez
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Re: Cordones de veredas
Un abrazo.
Pepa
y no adjetiva.
Perfecta ¿para qué?
si no es amandote.
-
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- Registrado: Dom, 11 May 2008 20:04
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Re: Cordones de veredas
Carlos Justino Caballero escribió:Abrí la ventana llamado por el sol
que iluminaba la calle.
La reja me separa del laurel que resguarda
mi privacidad del mundo.
Puedo mirar sin ser visto y me sorprende
ese niño que siempre está sentado
en el cordón de la vereda.
Pensativo y silente parece hablarme
en ese silencio de profundidad callada.
Me lleva a esos tiempos en que la calle
y los cordones de sus veredas eran
rutina en mi vida.
Pero su tristeza es niñez distinta
a la del recuerdo mío…
Tal vez tenga más años de los que veo
o tal vez sea una tristeza pasajera
como las que a veces vivo…
De mi libro “De poemas que morían” 2017 ISBN 978-987-4004-38-3
Que gusto me da volver a leerte, Carlos. Tu poema mira al travez de un espejo y ve la marca del dolor, no deberiamos doler desde la niñez...Me gusta mucho la perspectiva que utilizas, esa ventana a la calle, esa cosmogonia de lo interno a lo externo y viceversa. Un poema impresionante y bello! ERA
- Carlos Justino Caballero
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Re: Cordones de veredas
Una alegría verte en casa, Pepa! Besos.Josefa A. Sánchez escribió:Esa nostalgia de mirarnos a un espejo retrovisor. Me ha gustado el concepto y el desarrollo del poema. Un placer la lectura.
Un abrazo.
Pepa
- Carlos Justino Caballero
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Re: Cordones de veredas
El gusto es mío por tu visita y grato comentario, ERA! BesosE. R. Aristy escribió:Carlos Justino Caballero escribió:Abrí la ventana llamado por el sol
que iluminaba la calle.
La reja me separa del laurel que resguarda
mi privacidad del mundo.
Puedo mirar sin ser visto y me sorprende
ese niño que siempre está sentado
en el cordón de la vereda.
Pensativo y silente parece hablarme
en ese silencio de profundidad callada.
Me lleva a esos tiempos en que la calle
y los cordones de sus veredas eran
rutina en mi vida.
Pero su tristeza es niñez distinta
a la del recuerdo mío…
Tal vez tenga más años de los que veo
o tal vez sea una tristeza pasajera
como las que a veces vivo…
De mi libro “De poemas que morían” 2017 ISBN 978-987-4004-38-3
Que gusto me da volver a leerte, Carlos. Tu poema mira al travez de un espejo y ve la marca del dolor, no deberiamos doler desde la niñez...Me gusta mucho la perspectiva que utilizas, esa ventana a la calle, esa cosmogonia de lo interno a lo externo y viceversa. Un poema impresionante y bello! ERA