Transcurso

[Jerónimo Muñoz]

Así como de cera...
Así como un galope...
Asi como de espuma...
Así como un refugio...

Labios...pecho,,,fuente....sombra. Y un relampago de vida silenciosa traspasando la palabra, el verso y el poema.

Felicitación y abrazo

Heces una maravillosa síntesis del poema y... obtienes otro poema.
¡Qué satisfacción leer tu ingenioso comentario.
Gracias, Guillermo. Un abrazo.
Jerónimo

[Jerónimo Muñoz]

Vaya poema magnífico que nos dejaste. Pleno, rico en experiencia, lírico, todo, todo lo tiene.
Sinceramente que es un disfrute y el final me ha encantado. Felicidades.
Besos
Pilar

Gracias, Pilar. Todo lo que me digas es importante para mí, porque creo en tu sinceridad, en tu sentido crítico y en tu afecto.
Besos.
Jerónimo

[Jerónimo Muñoz]

Inmenso, pleno, rasga la connotación de los cielos.

Aplausos y un beso grande, querido poeta.

Con qué pocas palabras me elevas tú a mí al cielo, Hallie. No quisiera perderte nunca.
Gracias y un beso enorme.
Jerónimo

[Jerónimo Muñoz]

Lluvia fresca y silenciosa es tu poema, al haber encontrado el ritmo óptimo para resumir la existencia, lluvia silenciosa pero fructífera, que siembra emoción. Me he empapado hasta los huesos de tu poesía. Recibe mis abrazos, Jerónimo.

¡Qué bello y profundo comentario, Marius! Guardo tus palabras en lo más íntimo y te envío mi agradecimiento y muchos abrazos
Jerónimo

[Jerónimo Muñoz]

Bellísimo transcurrir Jerónimo, así debería ser siempre el transcurso del amor.
Es un placer leerte y aprender, gracias por la hermosura de estos versos tan sentidos.
Un abrazo.

Me alegra mucho que te haya complacido este poema. A ti, que tienes una extraordinaria sensibilidad lírica.
Gracias y abrazos.
Jerónimo

[Jerónimo Muñoz]

Un transcurrir hecho de bella poesía, fugaz y sublime como el gozo de vividla.
Un placer leerte, Jerónimo
Un gran abrazo

Gracias, Carmen. Tus palabras son como un báculo de oro que me sustenta.
Muchos abrazos.
Jerónimo

[Óscar Distéfano]

TRANSCURSO

Así como de cera o de papel
se ven mis labios a lo lejos. No,
nadie dijera que algún día besaron.

Así como un galope o hervidero
de aguas rompiendo era mi pecho. Sí,
en todo parecía un hombre total.

Así como de espuma era mi idea
de aquella fuente del vigor. Creía
ciegamente que el mar era infinito.

Así como un refugio hallo en mis versos
y me sustraigo al sol poniente. Nunca
reparo en los bramidos de la sombra.

Mi vida fue algo así como un relámpago
que nace y muere en un momento. Ya
mi vida es lluvia fresca y silenciosa.

La filosofía trata de develar el misterio de la vida en base a razones, utilizando medios intelectuales; la poesía, sin embargo, utiliza los recursos de la emoción, de las causas sentimentales. Este poema de nuestro respetado compañero se ubica en el centro de estas dos posibilidades, y con clásico equilibrio nos trasmite una experiencia, una situación vital, de sí mismo: del poeta. Y yo digo que es mucho más poesía que texto conceptual, porque sentimos esa sensibilidad, esa profunda agitación ante un hecho que parece nuestra propia experiencia de vida; es decir, nos sentimos reflejados en la imagen poética que el autor nos presenta. Aquí, el hombre y el poeta hacen un sumario de lo vivido, y llegan a una conclusión realista, humana: “Mi vida fue. . ., y mi vida es. . .” Utilizando el recurso de la metáfora, nos describe con gran talento poético su visión existencial, y nos define su estado presente, actual, donde una tenue melancolía se hace lluvia en su espíritu. Además, el poema nos invita a una sabia aceptación del tempus fugit, a una humana resignación ante el ciclo inclemente de la vida. Hay mucha valentía en este poema, en cuanto a la confrontación con el destino humano.
En cuanto a la forma, justamente, existe un clasicismo evidente, pues todos los versos, a excepción de dos, son endecasílabos puros, con acentos de la preceptiva. Hecho que le otorga al poema ese aire de nobleza y esplendor. En cuanto a esos dos versos que se salen del endecasílabo, uno es fácilmente aceptable dentro de la familia:

nadie dijera/5 que algún día besaron/7

Este dodecasílabo, debido a la posibilidad de su pausa, se convierte en un verso compuesto, donde adquiere la naturaleza imparisílaba, haciendo que la entonación se vuelva “natural”.
El otro verso:

en todo parecía un hombre total

no entiendo bien por qué “suena” bien, por qué se adapta a la musicalidad del corpus. Quizás tenga algo que ver el hecho de que los acentos están en sílabas pares hasta la octava.

en to/2ªdo parecí/6ªa un hom/8ªbre total/11

De cualquier manera, esto me resulta ya irrelevante a esta altura del análisis. Podemos, entonces, resumir que el poema en cuestión es una obra sobria, de argumento clásico, y cuyo patetismo nos lleva a sentir el valioso misterio de la vida.

Mis aplausos, amigo.
Óscar

[Arturo Rodríguez Milliet]

Transcurso, sí. Afortunado título.
Desde la reminiscencia de lo que fuimos
hasta su refrescante consecuencia última.
La vida sintetizada en infinitesimal medida:
el relámpago que anuncia la humeda huella en la tierra.
Sublime y profundamente conmovedor, Jerónimo.
Mi abrazo de siempre, hasta que escampe.

[Jerónimo Muñoz]

Un bello poema de gran autorreflexión y belleza sublime, Jerónimo. Abrazos, ERA

ERA:
Te agradezco mucho tu siempre leal comentario y tus siempre cordiales elogios.
Abrazos también para ti.
Jerónimo

[Jerónimo Muñoz]

Mi vida fue algo así como un relámpago
que nace y muere en un momento. Ya
mi vida es lluvia fresca y silenciosa.

Esplendor de cierre, para un poema memoria de un hombre, mojado y esculpido, ya poeta para siempre.

Un fuerte abrazo, joven viejo amigo.

Siempre has alabado mis finales, J. J., cosa que yo te agradezco, igual que agradezco tus afectuosos comentarios. Lo de los finales no es más que un taimado truco para dejar buena huella en el lector.
Tengo que consignar un error en tu comentario: soy tu amigo, cierto; soy tu viejo amigo, cierto; pero no soy tu joven viejo amigo sino tu viejo viejo amigo.

Un fuerte abrazo, querido amigo.

Jerónimo

[Jerónimo Muñoz]

Precioso poema. Una reflexiva contemplación de la existencia desde la luz en calma de la madurez.

Un abrazo.

Gracias, Rosa. No solo te agradezco tu elogio, también el haber encontrado en ti una comprensión tan justa del sentimiento inspirador del poema.

Otro abrazo de

Jerónimo