La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Rafel Calle escribió:¿Sabes? me tengo que rendir a la evidencia, el tiempo hace mella en la memoria,
se me olvida que más crudo que purgar la penitencia a causa de una intelectualidad
inapetente, desván de mi trayectoria, mucho más crudo
es sentir la machacona decrepitud en una solitaria pequeñez de cámara mortuoria.
Veamos, por un día me propongo salir del cascarón, deslizarme lentamente
más allá del perfil acostumbrado, deslizarme sobre el tibio continente
de tu personalidad. A tu lado, huir de la ingratitud de un carácter íntimamente
medroso, guarida del guerrero o amazona lastimados por la incapacidad
de conseguir la comunión de los afectos, vencidos a las carencias del encanto.
Y no es que me sienta viejo ni verde, el hombre tiene la edad de la mujer que ama,
pero quiero preguntarle al perfume del insolente pino que ahora se prodiga
en dos ramas primordiales, si los árboles sienten y padecen, si las piñas son frutos
de un precario destino, si por ser natural el bosque se resiente. O si el amor es altura
como el árbol que intuyo y hay un vértigo de nubes que lo quieren regar
más allá de los días, si la savia emociona al ramaje o a los vínculos
que son maneras de sentir una legendaria cercanía.
Una tremenda alegoría, un desborde de la imaginación poética. Confesión trepado a un árbol, o confundido en la esencia del ser árbol. Y en medio de todo ese despliegue de exuberancia visual, hallar la razón del existir, del amar, del ir muriendo. Sinceramente, vengo leyendo este poema varias veces, y su profundidad me hechiza, me hace ver que la poesía es creación de universos, de insospechadas miradas a la vida.
En cuanto a la forma, estimado compañero, descompaginas mis convicciones. Me exiges adentrarme en territorios que me desconectan con lo aprehendido por mí hasta ahora. Pero, de igual manera, me encanta que así sea. Estamos aquí para aprender, para asistir a estruendos propios de la capacidad de auténticos creadores.
Me siento afortunado de ser parte de este insigne foro.
Un abrazo enorme, Rafel.
Óscar
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Muchas gracias, amigo Óscar, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Es verso multimétrico que ahora en Alaire ya es habitual en muchos autores. Cuando empecé a escribirlo resultó extraño a quienes estaban acostumbrados a la monometría, pero actualmente muchos compañeros -tú mismo- lo trabajan sin problemas.
Abrazos, colega.
Rafel Calle escribió:¿Sabes? me tengo que rendir a la evidencia, el tiempo hace mella en la memoria,
se me olvida que más crudo que purgar la penitencia a causa de una intelectualidad
inapetente, desván de mi trayectoria, mucho más crudo
es sentir la machacona decrepitud en una solitaria pequeñez de cámara mortuoria.
Veamos, por un día me propongo salir del cascarón, deslizarme lentamente
más allá del perfil acostumbrado, deslizarme sobre el tibio continente
de tu personalidad. A tu lado, huir de la ingratitud de un carácter íntimamente
medroso, guarida del guerrero o amazona lastimados por la incapacidad
de conseguir la comunión de los afectos, vencidos a las carencias del encanto.
Y no es que me sienta viejo ni verde, el hombre tiene la edad de la mujer que ama,
pero quiero preguntarle al perfume del insolente pino que ahora se prodiga
en dos ramas primordiales, si los árboles sienten y padecen, si las piñas son frutos
de un precario destino, si por ser natural el bosque se resiente. O si el amor es altura
como el árbol que intuyo y hay un vértigo de nubes que lo quieren regar
más allá de los días, si la savia emociona al ramaje o a los vínculos
que son maneras de sentir una legendaria cercanía.
Me ha gustado el poema, que me parece grande, en su calidad, sobre el devenir de la propia existencia.
Un abrazo.
"¿Dices
que te tortura el no poder escribir
o que
no puedes escribir porque estás torturado?
¿Dices
que estos tiempos te han convertido en un escéptico
o que
estos tiempos confirman tu escepticismo?
Rafael: Un bello poema, poema, para disfrutar y aprender
de la buena poesía.
Un gusto leerte, poeta
Mi abrazo
Rafael
La poesía es la más depurada manifestación, por medio de la palabra, de los sentimientos,
emociones y reflexiones que puede expresar el ser humano, y, al tiempo que nos hace sentir
nos ennoblece. Soy tan solo un leve intento de aproximación a la poesía.
Veamos, por un día me propongo salir del cascarón, deslizarme lentamente
más allá del perfil acostumbrado, deslizarme sobre el tibio continente
de tu personalidad. A tu lado, huir de la ingratitud de un carácter íntimamente
medroso, guarida del guerrero o amazona lastimados por la incapacidad
de conseguir la comunión de los afectos, vencidos a las carencias del encanto.
A mi me ha gustado especialmente esta estrofa.
Felicidades Rafel, un placer leerte, como siempre.
Abrazo.
Rafel Calle escribió:¿Sabes? me tengo que rendir a la evidencia, el tiempo hace mella en la memoria,
se me olvida que más crudo que purgar la penitencia a causa de una intelectualidad
inapetente, desván de mi trayectoria, mucho más crudo
es sentir la machacona decrepitud en una solitaria pequeñez de cámara mortuoria.
Veamos, por un día me propongo salir del cascarón, deslizarme lentamente
más allá del perfil acostumbrado, deslizarme sobre el tibio continente
de tu personalidad. A tu lado, huir de la ingratitud de un carácter íntimamente
medroso, guarida del guerrero o amazona lastimados por la incapacidad
de conseguir la comunión de los afectos, vencidos a las carencias del encanto.
Y no es que me sienta viejo ni verde, el hombre tiene la edad de la mujer que ama,
pero quiero preguntarle al perfume del insolente pino que ahora se prodiga
en dos ramas primordiales, si los árboles sienten y padecen, si las piñas son frutos
de un precario destino, si por ser natural el bosque se resiente. O si el amor es altura
como el árbol que intuyo y hay un vértigo de nubes que lo quieren regar
más allá de los días, si la savia emociona al ramaje o a los vínculos
que son maneras de sentir una legendaria cercanía.
Gran poema, Rafel. "El hombre tiene la edad de la mujer que ama", genial.
Encantado de leerte.