Diarios inoportunos (IV,V,VI)

[Hallie Hernández Alfaro]

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IV
Fuimos un sitio perdido, geología mísera en fertilidad, ábaco a seis mil leguas y un cielo de oro. Mientras agosto zurcía sus celdas no era posible escapar como ratas adictas. Congelados en el ardiente minuto de algún click, moríamos un poco.

V
No sé si recuerdas a junio lejano con su grueso pelaje austral. Estaba siempre con nosotros. Un mes doble, granítico, demasiado flaco para cargar despedidas. Desde su ala de buitre nos empeñamos en desobedecer, en curtir los gramos de tiempo, en neologizar las bocas en el aberrante tránsito.
Cómo se hace, me preguntaba, cómo se hace, para no dejar lo que soy en los comicios de tus dedos.

VI
La medianoche tenía su afán de idilio, ¿ lo recuerdas? Un pacto de cartas ebrias, la simultánea ternura de los grifos sin vergüenza, el túnel cardíaco y poco menos que suicida.
Sobremorir o no en la desmesura de los labios.

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[Armilo Brotón]

Me gustado especialmente el V, que para mí es un poema.
Un saludo

[Ventura Morón]

Tu palabra fertiliza. Es energía que irrumpe y hace brotar. Concentrada, lleva la semilla que va ramificándose al recorrerla. Es ADN, que se amplifica en la mirada.
Así, va tejiendo derivas en el alma, siempre hacia la luz y la esencia.

Qué bueno leerte Hallie, un lujo pasar.
Besos amiga

[Hallie Hernández Alfaro]

Me gustado especialmente el V, que para mí es un poema.
Un saludo

Agradezco tu lectura y reflejo, Armilo. El V lo siento muy significativo en la historia personal.

Un saludo.

[Hallie Hernández Alfaro]

Tu palabra fertiliza. Es energía que irrumpe y hace brotar. Concentrada, lleva la semilla que va ramificándose al recorrerla. Es ADN, que se amplifica en la mirada.
Así, va tejiendo derivas en el alma, siempre hacia la luz y la esencia.

Qué bueno leerte Hallie, un lujo pasar.
Besos amiga

Gracias por tu huella sensible, querido amigo. Son trozos que intentan tomar forma, no sé si vayan siempre hacia la luz...

Abrazo grande.

[Pablo Ibáñez]

Sigue la rueda. Hallie en plena forma.

Un abrazo.

[Alonso Vicent]

Sigo viendo y sintiendo la distancia; esta vez ya material, alejamiento. Pero evocando la ternura que siempre nos provoca a compartir.
Me gustaron, hasta el momento y de principio a fin, los seis capítulos que te he leído. A la espera de los próximos...
Un abrazo, Hallie, mientras tanto.

[Hallie Hernández Alfaro]

Sigue la rueda. Hallie en plena forma.

Un abrazo.

Gracias por tu atenta lectura, amigo mío.

Y mil perdones por la tardanza en responder.

Abrazos.

[Hallie Hernández Alfaro]

Sigo viendo y sintiendo la distancia; esta vez ya material, alejamiento. Pero evocando la ternura que siempre nos provoca a compartir.
Me gustaron, hasta el momento y de principio a fin, los seis capítulos que te he leído. A la espera de los próximos...
Un abrazo, Hallie, mientras tanto.

Alonso, agradezco mucho tu atención y comentario. Percibes con acierto esa lejanía que intenta objetivarse y se quiebra a mitad de la palabra. Gracias de corazón por el apoyo que supone tu respuesta.

Abrazo grande.

[Antonia Mauro]

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IV
Fuimos un sitio perdido, geología mísera en fertilidad, ábaco a seis mil leguas y un cielo de oro. Mientras agosto zurcía sus celdas no era posible escapar como ratas adictas. Congelados en el ardiente minuto de algún click, moríamos un poco.

V
No sé si recuerdas a junio lejano con su grueso pelaje austral. Estaba siempre con nosotros. Un mes doble, granítico, demasiado flaco para cargar despedidas. Desde su ala de buitre nos empeñamos en desobedecer, en curtir los gramos de tiempo, en neologizar las bocas en el aberrante tránsito.
Cómo se hace, me preguntaba, cómo se hace, para no dejar lo que soy en los comicios de tus dedos.

VI
La medianoche tenía su afán de idilio, ¿ lo recuerdas? Un pacto de cartas ebrias, la simultánea ternura de los grifos sin vergüenza, el túnel cardíaco y poco menos que suicida.
Sobremorir o no en la desmesura de los labios.

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Muy bueno. Todo un poema en forma de relato.

Saludos.

[Hallie Hernández Alfaro]

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IV
Fuimos un sitio perdido, geología mísera en fertilidad, ábaco a seis mil leguas y un cielo de oro. Mientras agosto zurcía sus celdas no era posible escapar como ratas adictas. Congelados en el ardiente minuto de algún click, moríamos un poco.

V
No sé si recuerdas a junio lejano con su grueso pelaje austral. Estaba siempre con nosotros. Un mes doble, granítico, demasiado flaco para cargar despedidas. Desde su ala de buitre nos empeñamos en desobedecer, en curtir los gramos de tiempo, en neologizar las bocas en el aberrante tránsito.
Cómo se hace, me preguntaba, cómo se hace, para no dejar lo que soy en los comicios de tus dedos.

VI
La medianoche tenía su afán de idilio, ¿ lo recuerdas? Un pacto de cartas ebrias, la simultánea ternura de los grifos sin vergüenza, el túnel cardíaco y poco menos que suicida.
Sobremorir o no en la desmesura de los labios.

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Muy bueno. Todo un poema en forma de relato.

Saludos.

Muchísimas gracias por tu lectura, Elena.

Salud y felicidad.

[Ramón Carballal]

Excelentes los tres. Un beso y feliz año.