Dificil de entender con la mirada

[M. Sánchez]

A saber lo que oculta esa joven que esculpe su rostro frente al mar. Puede que esté pensando que la movilidad de las ideas modifica el inicial perfil de las facciones, y a uno le va cambiando su aspecto físico cuando interpreta la realidad que invade los sentidos y las sombras. Sobre todo las sombras ( artículos de lujo que adornan lo animado) Porque si hay una sombra, es que existe una materia envuelta en algún sitio que tiene alguna cosa que decir.
Ella podría ser una profesional de la materia, de esas que se humedecen con aceites esenciales los muslos y los pechos para entender mejor el universo, y aprender a mirar desde el inútil rayo de los ojos, cuando se advierten juntas las aguas de un mar de anestesia caótica, afectado por múltiples corrientes del hombre y de los astros.
Su sorpresa empieza a ser sistémica, porque ha comprobado que al aceptar que el hombre es un ser dirigido hacia el cuerpo ignorado del futuro, los pómulos se han vuelto indispensables para su aspecto dócil, y hasta aquella llamada de atención de los mofletes que vivía para satisfacer las ilusiones, se va volviendo dúctil y entregada, como la masa para fijar cristales.
Después parece concluir, que lo más importante es lo que se posee y no lo que has perdido, aunque eso se nos quede en una patria sin acceso, por la dificultad del tiempo irreversible que se inundó de mar.
Sigue dándole vueltas a la felicidad como una clave escrita en la parte interior del pensamiento, y que es inútil buscar en otro sito que no sea la brisa que choca, irremediablemente, con las formas del día, con las partes más íntimas del cuerpo ( las que tienen que ver con la conciencia). E inmediatamente, el mentón empieza a sorprender sobresaliendo ligeramente, a fuerza de un empujón de la mandíbula. Y es que esa parte ya no mastica únicamente alimentos diversos, ahora triturará palabras, composiciones de frases inconexas para que puedan construir argumentos que fondeen en la masa grisáceo del cerebro. La frente: la frente no se arruga porque se esté apenando, sino porque aparecen la verdad de las cosas, de golpe, como fuegos de amor en la tormenta, y eso deja la piel llena de huellas, de cicatrices tiernas, de cauces meteóricos.
Comienza a oler el aire a principios estáticos que recortan el contorno fugaz de la mentira, y convierten el sol en un milagro de frases amarillas que permiten la vida en el planeta.

Parece que ahora inclina su cuerpo sobre el suelo, que recoge una piedra de las que cubre el agua, que se mira y se mira en toda su dureza como si se tratase de la culpa, como si pretendiese mostrase como la parte externa de una fiel voluntad que petrifica cuando se tiene lejos. Y entonces esa boca se vuelve diminuta, y los dientes se esconden del pasado como si no quisiesen dañar el horizonte de los sueños de ahora.
Y por fin aparece esa sonrisa alerta, permanente, en la parte central de universo, de una cara curtida, avisada, ecuménica, libre de toda mácula y sospecha, porque sabe que todo lo que ama es porque es bueno.

[Hallie Hernández Alfaro]

A saber lo que oculta esa joven que esculpe su rostro frente al mar. Puede que esté pensando que la movilidad de las ideas modifica el inicial perfil de las facciones, y a uno le va cambiando su aspecto físico cuando interpreta la realidad que invade los sentidos y las sombras. Sobre todo las sombras ( artículos de lujo que adornan lo animado) Porque si hay una sombra, es que existe una materia envuelta en algún sitio que tiene alguna cosa que decir.
Ella podría ser una profesional de la materia, de esas que se humedecen con aceites esenciales los muslos y los pechos para entender mejor el universo, y aprender a mirar desde el inútil rayo de los ojos, cuando se advierten juntas las aguas de un mar de anestesia caótica, afectado por múltiples corrientes del hombre y de los astros.
Su sorpresa empieza a ser sistémica, porque ha comprobado que al aceptar que el hombre es un ser dirigido hacia el cuerpo ignorado del futuro, los pómulos se han vuelto indispensables para su aspecto dócil, y hasta aquella llamada de atención de los mofletes que vivía para satisfacer las ilusiones, se va volviendo dúctil y entregada, como la masa para fijar cristales.
Después parece concluir, que lo más importante es lo que se posee y no lo que has perdido, aunque eso se nos quede en una patria sin acceso, por la dificultad del tiempo irreversible que se inundó de mar.
Sigue dándole vueltas a la felicidad como una clave escrita en la parte interior del pensamiento, y que es inútil buscar en otro sito que no sea la brisa que choca, irremediablemente, con las formas del día, con las partes más íntimas del cuerpo ( las que tienen que ver con la conciencia). E inmediatamente, el mentón empieza a sorprender sobresaliendo ligeramente, a fuerza de un empujón de la mandíbula. Y es que esa parte ya no mastica únicamente alimentos diversos, ahora triturará palabras, composiciones de frases inconexas para que puedan construir argumentos que fondeen en la masa grisáceo del cerebro. La frente: la frente no se arruga porque se esté apenando, sino porque aparecen la verdad de las cosas, de golpe, como fuegos de amor en la tormenta, y eso deja la piel llena de huellas, de cicatrices tiernas, de cauces meteóricos.
Comienza a oler el aire a principios estáticos que recortan el contorno fugaz de la mentira, y convierten el sol en un milagro de frases amarillas que permiten la vida en el planeta.

Parece que ahora inclina su cuerpo sobre el suelo, que recoge una piedra de las que cubre el agua, que se mira y se mira en toda su dureza como si se tratase de la culpa, como si pretendiese mostrase como la parte externa de una fiel voluntad que petrifica cuando se tiene lejos. Y entonces esa boca se vuelve diminuta, y los dientes se esconden del pasado como si no quisiesen dañar el horizonte de los sueños de ahora.
Y por fin aparece esa sonrisa alerta, permanente, en la parte central de universo, de una cara curtida, avisada, ecuménica, libre de toda mácula y sospecha, porque sabe que todo lo que ama es porque es bueno.

Un texto delicado, hermoso, con esa poética invicta que te caracteriza, Manuel. Encanta como un brillo de sirena hechizando al mundo desde sus dominios.

En el segundo párrafo creo ver un espacio innecesario que atribuyo a un posible error de tipeo. Mientras me lo confirmas he reeditado tu respuesta con la mínima correción; "del futuro, los pómulos"

Bienvenidísimo seas a este lado de Alaire; es mi intención impulsar este subforo de prosa que cuenta con tan buenos relatos y tan poca participación.


Abrazos y gracias por compartir.

[Alfonso Alfaro]

Un texto emocionante y conmovedor. He sucumbido a tu terremoto mental, apreciado Manuel. Fácil de entender el rastro de aquellas ilusiones que pasan a instantes.
Felicidades por tu obra y fuerte abrazo.

[M. Sánchez]

Hallie, tengo el ordenador estropeado y me están pasando cosas muy extrañas, como saltos de páginas, faltas de ortografía, etc. ¡No sé si es la demencia senil!
En fin, creo que ya lo he arreglado.
Gracias por tu lectura y tu advertencia de error.
No creo que me veas por aquí muchas veces más, porque aunque he escrito mucha prosa hace años, en estos momentos me resulta mucho mayor el esfuerzo de escribir prosa que poesía, y como tampoco dispongo de todo el día para hacerlo, prefiero escribir poesía que además me gusta más.
un fuerte abrazo, amiga.

[M. Sánchez]

Engel, creo que es para darte un premio, el haber sido capaz de llegar hasta el final de este cuento poético. Te lo agradezco mucho. Es una satisfacción tu comentario.
Un fuerte abrazo.

[Carmen López]

Manuel, el relato es espléndido y lleva tu sello, aunque sea prosa el tono poético persiste y también el filosófico, ese hacerse preguntas, plantearse cuestiones que tienen tus poemas está también en este relato. Delicadamente humano. Una lástima para la prosa que dediques todo el tiempo a la poesía. Pero, bueno qué se le va a hacer?. El final del relato, ha sido como un regalo, espléndido.

Un abrazo grande.

Carmen

[M. Sánchez]

Amiga Carmen, me alegra mucho que seas también aficionada a la prosa, yo lo he sido durante mucho tiempo ( cuentos, novela, ensayo, artículos.....) ahora, casi todo poesía. Yo creo que todo cuento que se precie de tal debe tener un final impactante. A veces ese final cuesta un poco entenderlo, y hay que leer con atención para darle el contenido adecuado. Creo que tú , en este caso, lo has interpretado bien y eso me parece indispensable.
Te agradezco mucho que me hayas leído una vez más, yo ya sabes, últimamente no tengo demasiados lectores , pero eso sí, son muy buenos porque además escriben muy bien, como tú.

Un fuerte abrazo, amiga.

[Hallie Hernández Alfaro]

Sube para deleite de todos.

[Liz Barrio.]

Eres un escritor que toca la fibra tanto en poesía como en cuento. Gracias por este delicado y a la vez profundo relato, Manuel.
Un abrazo

[Ventura Morón]

Traigo este texto de enorme belleza de Manuel.
Ese descubrir el mundo a través de la miarada, sentir el peso de lo vivido en las huellas del rostro, la refulgencia de los deseos, la calma que conduce a reafirmarse en las decisiones, que conducen al amor.
Una prosa, llena de lirismo, aquí hay mucho para disfrutar.
Fuerte abrazo

[Maria Pilar Gonzalo]

Me pasa en ocasiones, que no encuentro las palabras que merecen tus trabajos. A veces me limito a leerlos una y otra vez... y entonces sigo sin saber que decir. Solo los disfruto y me digo lo mucho que me gusta como escribes.

Abrazos.

[Hallie Hernández Alfaro]

Sube para deleite de todos.