Gracias Josefa, ya sabes, un abrazo.Josefa A. Sánchez escribió:Me gusta esta voz que discretamente habla tan alto y claro. Un lujo aproximarse a tus versos.
Un abrazo...
Pepa
Ignacio
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Gracias Josefa, ya sabes, un abrazo.Josefa A. Sánchez escribió:Me gusta esta voz que discretamente habla tan alto y claro. Un lujo aproximarse a tus versos.
Un abrazo...
Pepa
Cierto. Para eso mejor los cuentos.E. R. Aristy escribió:Excelente poema, Ignacio. Hay mucho de fingido en los cuentos, y en las "sifrinas". Un abrazo, ERAIgnacio Mincholed escribió:...
Por preferir prefiero las discretas
antes que a las voces de cascabel
con la cola levantada de lazo azul
señalando nada.
Tan irreal el azul, tan aminorado
el tono por el mimetismo hueco
colándose como pulga en costura
a la busca de eco.
Y nada, sólo bulla, sólo masa de tarta y mantequilla,
juego infantil que madura a destiempo para el baile.
Qué manía esa de las princesas con laurel, pálidas
como la luz de los burdeles antiguos, asomando
en el descaro al echarte el agua sucia a los pies
con la sonrisa de los gatos sobre tejados calientes.
Qué manía esa de los príncipes de pespunte y laurel
asomando las puntillas de la gola bajo el jersey azul
con la sonrisa del pícaro mal aprendido de los bares,
tan aminorado el tono.
Tan ruidosas jodiendo la noche, pregonando buñuelos.
...
Muy buen poema, cuya lectura resulta muy amena y con ese tono jocoso para hablar de las apariencias, de las fachadas tras las que nos ocultamos. Un placer.Ignacio Mincholed escribió:...
Por preferir prefiero las discretas
antes que a las voces de cascabel
con la cola levantada de lazo azul
señalando nada.
Tan irreal el azul, tan aminorado
el tono por el mimetismo hueco
colándose como pulga en costura
a la busca de eco.
Y nada, sólo bulla, sólo masa de tarta y mantequilla,
juego infantil que madura a destiempo para el baile.
Qué manía esa de las princesas con laurel, pálidas
como la luz de los burdeles antiguos, asomando
en el descaro al echarte el agua sucia a los pies
con la sonrisa de los gatos sobre tejados calientes.
Qué manía esa de los príncipes de pespunte y laurel
asomando las puntillas de la gola bajo el jersey azul
con la sonrisa del pícaro mal aprendido de los bares,
tan aminorado el tono.
Tan ruidosas jodiendo la noche, pregonando buñuelos.
...
Gracias por la nota Rafel. Un abrazo.Rafel Calle escribió:Muy bello trabajo de Ignacio.
Gracias Óscar. Un fuerte abrazo.Óscar Distéfano escribió:Me sorprendió un tanto (pero agradablemente) esta tendencia a la seria jocosidad. Has escrito un poema muy agradable de leer, amigo. Escrito con escalpelo social.
Un abrazo.
Óscar
Saludos Ramón, gracias por la nota.Ramón Castro Méndez escribió:Muy buen poema, cuya lectura resulta muy amena y con ese tono jocoso para hablar de las apariencias, de las fachadas tras las que nos ocultamos. Un placer.Ignacio Mincholed escribió:...
Por preferir prefiero las discretas
antes que a las voces de cascabel
con la cola levantada de lazo azul
señalando nada.
Tan irreal el azul, tan aminorado
el tono por el mimetismo hueco
colándose como pulga en costura
a la busca de eco.
Y nada, sólo bulla, sólo masa de tarta y mantequilla,
juego infantil que madura a destiempo para el baile.
Qué manía esa de las princesas con laurel, pálidas
como la luz de los burdeles antiguos, asomando
en el descaro al echarte el agua sucia a los pies
con la sonrisa de los gatos sobre tejados calientes.
Qué manía esa de los príncipes de pespunte y laurel
asomando las puntillas de la gola bajo el jersey azul
con la sonrisa del pícaro mal aprendido de los bares,
tan aminorado el tono.
Tan ruidosas jodiendo la noche, pregonando buñuelos.
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Un abrazo.
Saludos Macedonio. Te agradezco la visión del comentario.Macedonio Tracel escribió:el poema se apunta al desafío de esculpir la forma en la sonoridad. arma y rearma la textura de lo que se escucha. toma el riesgo de pensar el sonido hasta poder elegir.