Fórmula magistral

[Josefa A. Sánchez]

Dejémonos erosionar por el agua que fluye desde la belleza de tus versos. Un placer la lectura.
Un abrazo.
Pepa

[Roberto López]

Dejar adormecer esos ladridos del alma, dejar que se oxide el dolor.. . Un poema que me ha encantado, tanto en fondo como en la bella forma en que lo has tallado verso a verso. Mis aplausos a tu obra, Roberto. Un abrazo y Feliz Año.

Gracias, Rosa, por recalar en esta orilla.
Besos.

[F. Enrique]

Hacía tiempo que no leía un poema tuyo, Roberto, y he aquí que me encuentro con éste, tan bien escrito y lleno de recursos.

Un abrazo.

[Ladoga Russi]

Tanto dolor untando la piel seca,
tanta caricia infértil, tanto escoplo en los labios
arrastrando cadenas de sílex por la espalda...
Y era el agua, que no llenaba de reflejos
las cárcavas sedientas,
los rojos pasadizos que el prana de los dioses
había socavado en espiral hacia lo hondo,
donde la sopa primigenia aún burbujea
su asonante coplilla de moléculas.
Tanta promesa, tanta esperanza infausta
e irredenta.
Era tan fácil como abrir el grifo,
dejar correr el líquido elemento,
que erosionara los ladrillos del alma,
que transformara las ciudades de asfalto
en veneros gigantes.
Es la oportunidad de que el lignito
reseco y polvoriento del pasado
penetre en la espiral de los tornillos
y se adormezca en óxido.

Tienes razon, LOPEZ,lo mas dificil es la creacion interna de uno mismo. Un excelente trabajo!

[Roberto López]

Purificador poema, un elenco de metáforas potentes que ponen rostro a lo abstracto para sugerir un camino, los pasos no errantes que alcanzan la meta de sentirnos nosotros mismos, ya libres del pasado. Muchos abrazos y felicitaciones, Roberto. Me ha encantado.

Es necesario abrirse como un grifo y dejarse correr como el agua, limpiarse.
Saludos.

[Marisa Peral]

[quote="ROBERTO LÓPEZ"]


A veces todo nos parece imposible, complicado, inútil y en realidad es tan fácil como dejar que corra el agua, la vida...
Cuánto me gusta leerte Roberto.
Abrazos.

[Virginia Nas]

[quote="ROBERTO LÓPEZ"]Tanto dolor untando la piel seca,
tanta caricia infértil, tanto escoplo en los labios
arrastrando cadenas de sílex por la espalda...
Y era el agua, que no llenaba de reflejos
las cárcavas sedientas,
los rojos pasadizos que el prana de los dioses
había socavado en espiral hacia lo hondo,
donde la sopa primigenia aún burbujea
su asonante coplilla de moléculas.

Cuándo uno busca con tanto afán de lograr saciar la necesidad que lo impele, lo establecido en lo externo no sacia, no sirve de propio alimento aún menos la sed, la ávida sed de la fuente que se busca

Tanta promesa, tanta esperanza infausta
e irredenta.


De poco vale lo que nadie diga

Era tan fácil como abrir el grifo,
dejar correr el líquido elemento,
que erosionara los ladrillos del alma,
que transformara las ciudades de asfalto
en veneros gigantes.

Solo en uno está ese caño y para que mane hay que dejarle que corra

Es la oportunidad de que el lignito
reseco y polvoriento del pasado
penetre en la espiral de los tornillos
y se adormezca en óxido.

Entonces arrastra con éllas adherencias encostradas y los polvos residuales, y todo lo fijado se convierte en herrumbre frente a la frescura de lo que mana.
Esta es una lectura objetiva y genérica válida tanto para la interpretación de las realidades externas, sociológicas, artísticas, filosóficas... pero sobre todo anímicas.
Una mente despierta vive en continuo debate entre lo que percibe y lo que intuye; es la única forma de encontrarse a sí mismo
Un placer de lectura, amigo mío. Un abrazo

[Antonio Justel]

Tanto dolor untando la piel seca,
tanta caricia infértil, tanto escoplo en los labios
arrastrando cadenas de sílex por la espalda...
Y era el agua, que no llenaba de reflejos
las cárcavas sedientas,
los rojos pasadizos que el prana de los dioses
había socavado en espiral hacia lo hondo,
donde la sopa primigenia aún burbujea
su asonante coplilla de moléculas.
Tanta promesa, tanta esperanza infausta
e irredenta.
Era tan fácil como abrir el grifo,
dejar correr el líquido elemento,
que erosionara los ladrillos del alma,
que transformara las ciudades de asfalto
en veneros gigantes.
Es la oportunidad de que el lignito
reseco y polvoriento del pasado
penetre en la espiral de los tornillos
y se adormezca en óxido.

...Roberto, estimado, lo cierto es que este poema encierra en sí todo una extraordinaria y única metáfora que de pies a cabeza lo construye y da textura; me ha encantado a la vez muchos de los términos empleados, no recurrentes, no gastados, y los has hecho con inteligencia y ritmo poético; enhorabuena, poeta, enhorabuena; Orión

[F. Enrique]

Manejas, Roberto, con tanta habilidad un léxico cargado de segundas intenciones que me sorprendes y me haces pensar, me gustaría decirte que esto último no me agrada demasiado, pero es hablar por hablar, ya que siempre se agradece estar delante de una poesía inteligente e interesante que, además, sabe dejar su rastro de ternura.
Tanta promesa, tanta esperanza infausta
e irredenta.

Un abrazo.

[Ventura Morón]

Una transformación fulgurante...se sienten tus palabras en los huesos. Horadan como cal viva y a la vez recomponen. Profundamente elegante en su decir, hay una belleza que va licuando esas palabras con sutileza y armonía.
Me encanto leerte Roberto.
Un abrazo

[Roberto López]

Hola Roberto.
Como sanar mente y cuerpo a través de los versos. Un hermoso poema. Abrazos.
Mario.

Dejar correr el dolor, como si abrieses el grifo.
Un saludo.

[Rafel Calle]

Muy bello poema de Roberto.